Canakom, Yucatán a 07 de junio de 2020.- La ayuda va llegando poco a poco Canakom, Yaxcabá, son muchas las personas que han dado donativos en especie y ropa para la población, que dice estar agradecida; aunque prácticamente siguen inundados e incomunicados.
Los niños contentos siguen chapoteando en el agua que comienza a pudrirse. Es urgente el cerco sanitario en las poblaciones que aún permanecen inundadas. Amenazan las enfermedades gastrointestinales.
El panorama es aún más desolador que cuando el agua les llegaba hasta más allá de la cintura, ahora viene el recuento de los daños.
Los campesinos sentados bajos los frondosos árboles de ramón tienen las miradas perdidas, piensan en sus cosechas de calabaza y sandía, pensaban que harían buenas ventas este año. El kilo lo venden a $2.50 y 3 pesos.
Las amas de casa piensan ahora en conseguir láminas y maderas para reconstruir sus casas, además cómo van a recuperar sus pocos artículos electrodomésticos. incluso piensan viajar a Mérida para ver si compran alguna lavadora. En tanto tiene todas sus ropas puesta a secar sobre las albarradas.
Conscientes de la situación qué hay en todo el Estado que ahora está bajo un agua putrefacta, Canakom solo pide una cosa al Gobierno de Yucatán semillas mejoradas de sandía y calabaza, que se tienen que sembrar apenas se baje el agua para que pueda dar fruto sino ya no servirá.
La Conagua continua con sus bombas extrayendo el agua, pero apenas a logrado descender, puesto que subió casi 1.50 metros.
-Hay que respetar los tiempos, la sandía no crece si no se siembra ahora, luego ya no va a florecer no habrá el fruto y no tendremos nada para vender, no solo nosotros todos los de la zona-, dice Abelardo Tut Uicab, quien perdió toda su calaba y sandía, cuyo cultivo tenía 30 días y tendrá que reiniciar su cosecha.
Esos campesinos solo piden líquidos, fertilizantes y semillas para volver a sembrar. Ellos venden en Mérida y también en Quintana Roo, el kilo de sandía en los supermercados se vende a $13.99.
Información y fotos: Martha Chan
