En las Zonas Arqueológicas de Chichén Itzá y Dzibilchaltún ya se pueden observar los fenómenos arqueoastronómicos que se proyectan en los vestigios mayas, a dos días del equinoccio de otoño.
En Chichén Itzá, la sombra de Kukulcán desciende por la Pirámide, una de las nuevas siete maravillad del mundo.
Mientras que en Dzibilchaltún, el Dios Sol Kiin, se asoma por la puerta del Templo de las Siete Muñecas, para quedar alineado perfectamente.
Estos fenómenos arqueológicos se presentan tres días antes y después, aproximadamente, en cada cambio de estación.
Miles de visitantes acuden a estas Zonas Arqueológicas para “recargar” energías y se espera que este año no sea la excepción.
Información de Con Acento.