Trabajar con animales siempre conlleva un riesgo, pues pueden estresarse y reaccionar de manera violenta. Eso fue lo que le sucedió a una modelo en Alemania, quien fue atacada por un leopardo cuando se encontraba en una sesión de fotos.
Jessica Leidolph, de 36 años de edad, trabaja como modelo y activista por los derechos de los animales. Ella se presentó a una sesión de fotos realizada en el Seniorenresidenz fur Showtiere (casa de retiro para animales de exhibición), en Alemania.
De acuerdo con medios locales, Jessica entró al recinto de los leopardos, cuando de repente, uno de ellos, llamado Troja, la atacó ferozmente.
Troja, de 16 años de edad, atacó a la modelo con mordidas y zarpazos, causándole heridas de gravedad en la cabeza y el rostro, por lo que tuvo que ser trasladada de emergencia al hospital a bordo de un helicóptero.
Ya en el nosocomio, Jessica Leidolph fue intervenida quirúrgicamente, pero los médicos señalaron que el ataque del felino la dejará marcada de por vida. En cuanto se recuperó de la cirugía, la mujer narró la pesadilla que vivió, pues recordó que el animal no dejaba de morderle una de sus orejas, la mejilla y la cabeza.
Ella perdió el conocimiento a causa del dolor y del shock que le provocó la situación, por lo que solo recuerda vagamente el momento en el que llegó el helicóptero que la trasladó al hospital.
El refugio para animales se encuentra en la aldea de Negra, de la ciudad de Sajonia-Anhalt, al oeste de Alemania, y además de Troja, alberga a otro felino de 18 años llamado París. Ambos estaban bajo el cuidado de una mujer llamada Birgit Stache.
La policía alemana abrió una investigación en torno al repentino ataque de este felino por “sospecha de lesiones corporales negligentes”, enfocándose especialmente en Stache, quien trabajó como adiestradora en circos durante 20 años, y desde hace dos es dueña de estos animales.
La investigación también incluye al personal que estuvo en el recinto durante la sesión de fotos y el ataque, debido que no habrían tomado las precauciones necesarias.
Un funcionario de salud pública también visitó el lugar del ataque para verificar si el inmueble cumple con los estándares regulatorios requeridos y comprobar que los animales eran atendidos adecuadamente.
Aunque algunos medios locales reportaron que después del ataque del leopardo a la modelo Jessica Leidolph, el animal había escapado y andaba suelto por las calles, la versión fue rápidamente desmentida.
Fuente: El Universal