Más de veinte mil personas rezaron en la evocadora celebración del Viernes Santo a lo largo de los Foros Imperiales.
En las catorce estaciones, el dolor de las víctimas de la guerra, la injusticia y la pobreza que invocan de Dios los dones de la esperanza, la conversión, el diálogo y, sobre todo, el perdón.
El papa Francisco, a causa del frío, y para cuidar su salud siguió desde su residencia, el Viacrucis.
El cardenal vicario De Donatis dirigió la celebración.
Información de Con Acento.