La Selección Mexicana de Fútbol para Sordos logró su pase a los Juegos Sordolímpicos Tokio 2025 gracias a su dedicación, esfuerzo y resultados en la cancha. No obstante, su participación estuvo en riesgo al no recibir apoyo de la CONADE para financiar el viaje. La situación cambió cuando Lizzie Rodríguez, hija del entrenador, publicó un video denunciando la falta de respaldo institucional; su mensaje se volvió viral y generó una ola de solidaridad en redes sociales y medios.
En respuesta, Banco Azteca ofreció el patrocinio necesario para costear el traslado y estadía del equipo, lo que permitió que los jugadores viajaran a Tokio bajo la campaña “El sonido del esfuerzo”. Gracias a este apoyo privado, la selección pudo representar a México en la justa internacional. La historia demuestra que el talento y la constancia pueden abrir caminos, y que el respaldo oportuno —incluso del sector privado— puede transformar un obstáculo en una oportunidad.
