El exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, dijo que no tiene conocimiento de las presuntas propiedades que se le atribuyen en Estados Unidos y que supuestamente fueron adquiridas con recursos del erario de la entidad que encabezaba.
Duarte de Ochoa, es señalado por los asesinatos en la colonia Narvarte, en la Ciudad de México, hoy dijo que a cuatro años del crimen, que ni él ni nadie de su Gobierno tuvo alguna relación con los hechos.
“Antes que nada, quiero expresar mi solidaridad a los familiares y amigos de Alejandra Negrete, Mile Virginia Martín, Nadia Vera, Yesenia Quiroz Rubén Espinoza, quienes la tarde del viernes 31 de julio de 2015 fueron torturados y asesinados en el departamento 401 del edificio 1909 de la calle Luz Saviñon, en la colonia Narvarte de la Ciudad de México”, escribió el ex Gobernador de Veracruz.
En un comunicado que subió a Twitter, Duarte de Ochoa aclara que no tiene sabe de esos inmuebles y que jamás ha estado «presente» en ellos, por lo que consideró falso el «vínculo por el cual se pretende hacer creer a la sociedad de mi relación con estas propiedades».
El exmandatario veracruzano detalla que al respecto ya hay resoluciones judiciales de las cortes de Texas y de Florida, Estados Unidos, donde se han desechado las denuncias por «considerar que no existen elementos para un juicio, es decir, no hay nada».
En el documento firmado por él, Javier Duarte culpa a sus «enemigos políticos» de las acusaciones en su contra, debido a la exposición mediática que ha tenido en días pasados.
También indica que por su «precaria situación económica», la cual saben sus «enemigos políticos», le es casi imposible mantener una defensa en las cortes del vecino país del norte, ya que tendría que costear honorarios de juristas en esa nación, y él podría quedarse sin defensa por no tener los recursos suficientes para pagar a alguien que lo represente.
Explica que el despacho que lleva los litigios en Estados Unidos fue contratado por Miguel Ángel Yunes Linares, también exgobernador de Veracruz, a quien acusó de pagar «cuantiosas sumas de dinero», supuestamente, señala, del erario del estado.
Ello, precisa Duarte, «para generar escándalo mediático» en su contra y presuntamente, aclara, para «beneficiar la campaña política de su hijo (de Yunes) en busca de la gubernatura del estado, sin que haya obtenido ningún resultado judicial a favor del estado de Veracruz porque no existen fundamentos para lograrlo, sus demandas están basadas en puras mentiras».
Puntualiza que a través del escándalo, sus «enemigos políticos» buscan engañar al actual gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, «con el cuento de la hipotética recuperación de bienes en el extranjero en favor del gobierno estatal lo cual es una vil falacia».
En el texto a la opinión pública, indica que su familia y él han sido víctimas de persecución política y extorsión, «a partir de la revelación pública que hice de hechos».
Dijo que a sus enemigos les incomoda su actividad mediática de los últimos días, por lo que han resurgido notas que «inclusive tienen la calidad de cosa juzgada por autoridades judiciales nacionales y extranjeras», y que lo exonera de cualquier participación.
En ese sentido, considera como un «acto ruin» que se quiera lucrar con la memoria de Alejandra Negrete, Mile Virginia Martín, Nadia Vera, Yesenia Quiroz y Rubén Espinosa, quienes el 31 de julio de 2015 fueron torturados y asesinados en el departamento 401 del inmueble 1909 ubicado en la calle Luz Saviñón, colonia Narvarte, Ciudad de México.
Duarte de Ochoa dijo que tras su exposición en los medios es que se le quiere involucrar en esos hechos, más cuando hay una investigación que «llevó a la condena de los responsables de estos hechos, realizada por una institución de procuración de justicia de un gobierno ajeno (hasta podría decirse que contrario) al que yo encabecé, integrada con datos duros».
Entre esos datos duros señala videos del momento en que ocurrió el asesinato donde se observa a los responsables, y confesiones de ellos de su participación en esos actos.
También el arma, el móvil, y la condena de los responsables por parte de las autoridades del Poder Judicial capitalino.
Recuerda que esos hechos ocurrieron cuando él era gobernador de Veracruz y tenía fuero, al que renunció para que las autoridades capitalinas lo investigaran y deslindaran responsabilidades, «situación que ocurrió, no se encontró ni el más mínimo indicio de la participación de nadie relacionado con mi gobierno en estos hechos».
Fuente: Excélsior