Debido a la pandemia por COVID, en Malaui se está viviendo una grave crisis alimentaria; razón por la cual, el ratón se ha convertido en parte esencial de la dieta diaria en este país de África Oriental.
La brocheta de ratón solía ser un tentempié, pero en tiempos de pandemia, la población ha recurrido a alimentarse con estos roedores para ahuyentar el hambre.
Ahora se pueden ver decenas de vendedores ofreciendo las brochetas, a lo largo de los 320 kilómetros de carretera que separan Blantyre y Lilongwe, las dos principales ciudades del país.
Incluso antes de la pandemia, Malaui ya era considerado uno de los países más desfavorecidos del planeta, pues más de la mitad de sus cerca de 18 millones de habitantes sobrevive bajo el umbral de la pobreza; situación que se agravó debido a la pandemia que afectó duramente a su economía, ampliamente informal y rural.
La brocheta de ratón, un tentempié en Malaui
En Malaui, los ratones se consumen salados y asados en una brocheta.
Según los pobladores, desde niños aprenden a cazar a la variedad de roedores más popular en la zona: la gris, de cola corta, y conocida entre los amantes de la gastronomía con el nombre de “kapuku”. Estos pequeños roedores se alimenta con semillas, frutas o hierbas.
Como una solución a la hambruna derivada de la pandemia de coronavirus, las autoridades sanitarias han recomendado a la población el consumo de ratón, como una alternativa a la carne que se ha vuelto inaccesible. “Es una valiosa fuente de proteínas”, sostiene Sylvester Kathumba, nutricionista jefe del ministerio de Salud.
Con información de Sopitas
