A través de redes, una mujer compartió una mala experiencia en un puesto de barbacoa, donde después de morder su quesadilla, acabó con un diente roto, ya que su platillo tenía un clavo.
Y no, no se trató de la especia con ese nombre, se trató de un clavo de hierro que se encontraba en el interior de su orden.
De acuerdo con la mujer, el hecho tuvo lugar en “La Tía Mine”, restaurante ambulante que está cerca de la zona Plateada, en Pachuca, Hidalgo y aunque denunció el hecho al lugar, estos no le respondieron por su error.
“Ustedes saben que los servicios dentales no son nada baratos”, comentó en redes la afectada.
Información de Con Acento.