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Libre Moisés Méndez, uno de los asesinos de Cynthia Ricalde

Mérida, Yucatán a 10 de abril de 2019.- Moisés Méndez, quien fue sentenciado por un doble asesinato cometido en contra de Elda Zurita Azcorra y su hija, la bailarina Cynthia Sue Ricalde Zurita, en 1999 en el barrio de Santiago, quedó libre este miércoles por instrucciones del Juez Segundo de Ejecución de Sentencias del Poder Judicial del Estado de Yucatán, Jorge Andrés Vázquez Juan, quien le concedió la libertad anticipada.

El tabasqueño fue liberado en virtud de haber cumplido más del 70 por ciento de su condena, fijada a 25 años, y por contar con 85 años de edad, ya considerado adulto mayor, de acuerdo con la resolución del juez Vázquez Juan.

Méndez Mejenes fue declarado culpable o socialmente responsable, junto con sus hijos y un cómplice, de los delitos de lesiones, tentativa de robo y homicidio calificado perpetrado en contra de Elda Zurita Azcorra y su hija, la bailarina Cynthia Sue Ricalde Zurita, un crimen sangriento que horrorizó, conmocionó a la sociedad meridana.

Recordado como uno de los crímenes más horrendos de Yucatán, el barrio de Santiago se estremeció un domingo 22 de agosto del año 1999, cuando Méndez Mejenes, acompañado de su hijo Fernando Méndez y su empleado José Manuel Jiménez, acudieron a la casa de Elda Zurita, quien se dedicaba al agiotismo y que tenía en su poder las escrituras de un predio de Méndez Mejenes.

Era  poco más de las ocho de la noche cuando ocurrió el brutal asesinato, los individuos torturaron a Elda Zurita, quien tenía 70 años de edad, para que les diera la combinación de la caja fuerte. En medio del primer crimen, llegó la entonces bailarina Cynthia Ricalde Zurita y su novio, Carlos Varela Baeza, a quienes los individuos también golpearon con martillos. A Cinthya le destrozaron el cráneo; en tanto Carlos logró salvarse, pues los asesinos lo dieron por muerto.

Aunque los asesinos huyeron, las investigaciones y testimonio del novio de la bailarina, permitió dar con éstos.

Por instrucciones del juez, el octogenario fue liberado por el director del Cereso, Francisco Brito Herrera, quien personalmente lo entregó a un familiar para que se hiciera cargo de él y se diera por cumplida la orden de garantizar su traslado a un lugar seguro.

Los otros sentenciado por este caso que continúan purgando su condena en el Cereso de Mérida son Manuel y Fernando Méndez Angulo y José Manuel Jiménez Jiménez, hijos y ex empleado de Méndez Mejenes. Se trata de uno de los crímenes más horrendos y sonados en la historia delictiva del Estado.

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