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«La Unión» se convertirá en un museo subacuático

En el año 2021 se abrirá al público el área donde está hundido “La Unión”, el primer barco que hoy se sabe fue usado para el tráfico de esclavos mayas, los restos de la nave fue hallada a 3.7 kilómetros, de Sisal. Debido a la importancia del turismo subacuático, el INAH decidió aperturar al público dicho barco el cual traerá beneficios a las comunidades, en este caso será Sisal, comisaría de Hunucmá. Siendo este el segundo barco con acceso al público, después del que se encuentra en el Chinchorro en Quintana Roo.

Se prevé que para el próximo año se aperture al turismo este sitio donde naufragó la embarcación que transportaba esclavos mayas, capturados durante la Guerra de Castas, ya que en la Península de Yucatán sólo hay un Museo de Arqueología Subacuática, ubicado en Campeche.

Cabe recordar que en los últimos años se descubrieron otros naufragios esclavistas: las naves “Clotilda” y “Henrietta Marie”, en Alabama y Florida, respectivamente; el “Trovador”, en República Dominicana; y el “San José”, en Ciudad del Cabo, Sudáfrica.

Pero, todos eran lo que se conocía como ‘barcos negreros’, aquellos que por más de 400 años sustrajeron personas de África para venderlas en el continente americano.

“La Unión” se localizó arqueológicamente en 2017, en el marco del Proyecto Integral para la Protección, Conservación, Investigación y Difusión del Patrimonio Cultural Subacuático de la SAS, en coordinación con el Centro INAH Yucatán y los habitantes de la región.

El pecio correspondía a un vapor, fechada entre 1837 y 1860, cuando esos barcos eran impulsados con un sistema de calderas, máquinas con balancín y ruedas de paleta ‘tipo Mississippi’.

Pese a que las calderas estallaron y la embarcación se incendió, la sentina( parte inferior del casco, en la zona más baja de la sala de máquinas y justo por encima de los doble fondos) descendió siete metros desde la superficie hasta el fondo de las aguas someras.

Al cubrirse de arena, la madera del fondo del casco se conservó hasta hoy, lo mismo que elementos aún reconocibles, como las ruedas de paleta, calderas, compartimentos y objetos para la sujeción como pernos de cobre; además se identificaron artefactos relacionados con la vida cotidiana a bordo, entre ellos, fragmentos de vidrio de botellas y cerámica e, incluso, ocho cubiertos de latón que eran utilizados por los pasajeros de primera clase.

Tras esa primera temporada de campo, el equipo de la SAS comenzó a indagar en los archivos provinciales de Yucatán y Baja California Sur, así como en los nacionales de México, Cuba y España.

Luego de un proceso de tres años, se logró reunir la información suficiente para corroborar que el “Adalio” es, en realidad, el vapor “La Unión”.

 

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