Mérida, Yucatán a diciembre de 2019.- Durante cinco horas de audiencia, la jueza Blanca Bonilla González escuchó la violencia física, psicológica y sexual que vivió una joven durante varios meses en manos de su novio karateca Cristián C., quién desde hace un año fue detenido y acusado del delito feminicidio agravado en grado de tentativa, pero al solicitar un amparo se ordenó reclasificar el delito y hoy fue vinculado a proceso por su probable participación en los delitos de violencia familiar y lesiones calificadas.
El caso Andrea como se le conoce a este proceso penal que inició en noviembre de 2018, hoy se leyeron detalles de la agresión que sufrió la víctima a quien su novio la llamaba «facilota», «mentirosa», «zorra» y «puta». Y ella, quien dijo que lo único que hizo fue «quererlo»; hoy sufre de pesadillas, vergüenza y enojo consigo misma y vive vigilada porque ha tenido ideas suicidas.
Incluso la defensa del agresor alegó que la brutal golpiza que sufrió la joven de 20 años de pies a cabeza solo fueron simples «moretones», lo que indignó a todos los que se encontraban en la sala.
Asimismo, se presentó como testigo a una joven llamada Karina como la actual novia de Cristián, quien ha estado preso en el Centro de Rehabilitación Social de Mérida, durante un año.
El abogada insinuó que tanto la Fiscalía se estaba dejando llevar por la presión mediática que había contra su cliente a través de las redes sociales. «El Ministerio Público pretende mantener a mi defendido en prisión por el linchamiento social», «Solo satisfacen al público».
La Fiscalía Estatal narró los hechos ocurridos el pasado 7 de noviembre 2018, entre las 09:00 y 10:00 horas, cuando la víctima se encontraba en un domicilio con el imputado y, después de ver en una computadora una foto de la hoy víctima con otra persona, comenzó a gritarle, insultarla y luego a propinarle golpes con las manos.
Los golpes también se narra qué fue con un madero y le dio latigazos con un cable, también intento asfixiarla, todo durante una hora. La anatomía de la joven quedó con múltiples lesiones que tardaron más de 15 días en sanar.
La joven logró llamarle a un familiar cuando el agresor fue al baño, tiempo en que salió de la casa y se encontró con una patrulla, Cristián, quien salió a perseguirla fue detenido, antes intento agredir a los elementos policiacos.
La Fiscalía también leyó que esa no había sido la primera vez que la joven sufría agresión, pues la habían golpeado en abril, junio y otros meses, también la chica tenia prohibido salir con sus amistades y vestirse forma «inadecuada», incluso fue violentada sexualmente, pero no habló por temor, dijo que el agresor tenía dos armas de fuego.
La defensa del agresor alegó que su cliente debía seguir el proceso en libertad, ofreció medidas cautelares como presentación periódica a los juzgados, garantía económica de 25 mil pesos, prohibición para salir de Yucatán y el país, restricción para estar cerca de la víctima y la colocación de un localizador electrónico. Todo le fue negado.
La jueza Bonilla González argumento que le dio la prisión preventiva justificada para proteger a la víctima y porque podría huir del país, además de que le concedió un plazo de 10 días hábiles a la fiscalía estatal realice su investigación complementaria.
Información: Martha Chan
