Mérida, Yucatán, a 15 de noviembre de 2018.- Al intentar justificarse por el asesinato que cometió contra el policía Manuel Felipe Nery Blanco Méndez, Ángel González Cob aseguró que se desesperó cuando miró hacia atrás y vio que el vehículo en el que trasladaban a sus hijos tomaba una dirección distinta y sacó un arma de fuego y disparó contra el agente.
Durante su comparecencia ante el juez de control, también salió a relucir que su esposa Nidia Pérez Euán intentó evitar que su marido cometa el crimen pero no pudo hacer mucho. Esta postura parece favorecerla para que sea menor la sanción penal en su contra.
El proceso inició en medio de fuerte operativo para trasladar al asesino y a su esposa ante las autoridades. La expectativa ha crecido debido a que el asesinato cimbró a la sociedad yucateca, incluso el gobernador Mauricio Vila Dosal respaldó a la familia de la víctima con pensión y seguro de vida, y ordenó reforzar toda la seguridad en la entidad.
Junto con sus dos hijos, González Cob y Nidia llegaron a Mérida para pedir auxilio porque en Quintana Roo el crimen organizado había secuestrado a un familiar. Al huir y pedir ayuda a los agentes yucatecos, la policía determinó que era necesario llevarlos a la fiscalía para darles la protección necesaria.
Sin embargo, en el camino se “desesperó” y sacó su arma y mató al agente y también disparó contra otro policía, Juan Antonio Rodríguez Basto, quien ocupaba el asiento del copiloto, pero éste no falleció sino que quedó herido en el rostro.
El drama sigue su curso ante las autoridades.
La autoridad judicial calificó y ratificó como legal la detención de dos personas por hechos ocurridos el pasado martes 13 de noviembre en el periférico de esta ciudad e impuso la prisión preventiva como medida cautelar para ambas.
