Durante una maniobra en pleno aterrizaje en el hospital Keck de California, Estados Unidos; un helicóptero se estrelló y vino abajo en la azotea del nosocomio.
En el momento del accidente, el aparato transportaba un corazón para ser trasplantado en dicho hospital. Tras los hechos ocurridos equipos de bomberos llegaron al lugar y utilizando tenazas hidráulicas lograron liberar a los 3 pasajeros a bordo de la aeronave.
Luego de su liberación, personal que transportaba el órgano vital se lo entrego a un médico, el cual no pudo evitar el nerviosismo provocando que dicho corazón saliera volando por los aires y cayendo en el piso.
A pesar de lo aparatoso del error del galeno, el corazón llego sano y útil para su trasplante, siendo un éxito la cirugía realizada.
