En Honduras, un joven de 17 adicto al videojuego para dispositivos móviles Free Fire, falleció sin razón aparente.
Roxxana Antúnes, madre del difunto adolescente, atribuye la muerte de su hijo a la adicción que este tenía por el videojuego.
La madre declaró que su hijo tras volverse adicto a Free Fire, fue perdiendo el apetito, se volvió agresivo y solo se la quería pasar jugando.
El adolescente fue decayendo a tal grado que dejó de hablar y moverse, únicamente sus manos simulaban utilizar un celular.