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El niño más gordo del mundo baja más de 100 kilos y vuelve a jugar en la escuela

El niño más gordo del mundo después de tres años de gran esfuerzo tiene muy buenas noticias que contar, ya bajó más de 100 kilogramos de peso y volvió a la escuela.

Arya Permana llegó a sostener sobre sus piernas un récord de 423 libras, equivalentes a 191 kilogramos, cuando tenía 10 años.

Era tan obeso que no podía caminar más de unos pocos metros. Tampoco podía bañarse y menos ir a la escuela. Los familiares debían rociarlo de agua o el niño recurría a un estanque fuera de casa para asearse.

Su padre dijo a la prensa que Arya inició hace un tiempo atrás un cambio drástico de dieta que después fue acompañado de una cirugía. El siguiente vídeo muestra los cambios físicos que vivió el niño.

Logró perder 234 libras, es decir 106 kilogramos. Ahora pesa 189 libras, lo que significa menos de 85,8 kilos y luce como un joven más saludable y apuesto.

Las siguientes imágenes también revelan su estado actual, jugando con sus compañeros de escuela, algo que no podía hacer a los 10 años.

En vez de comer fideos instantáneos, bebidas gaseosas y pollo frito Arya ahora come pescado con verduras a la plancha o a la parrilla, informó Daily Mail.

Pese a su corta edad y aunque la familia no estaba muy convencida, Arya tanbién fue sometido a una cirugía gástrica: gastrectomía vertical parcial o sleeve gastrectomy, que le talló una parte del estómago para ayudar a que lograra un estado de saciedad rápido y duradero.

El padre, Ade Somantri, comentó que la dieta que le dieron al hijo “era como un yo-yo”, en que su hijo al principio bajaba y subía y volvía a bajar de peso. Con la cirugía se estabilizó.

En el siguiente vídeo se lo ve correr en la escuela y jugar con los otros niños cuando cuando aún no había bajado del todo el peso. Sus compañeros lo ayudaron en el proceso, describen los informes.

Los médicos anunciaron que probablemente le harán una nueva cirugía más adelante, para sacar el exceso de piel que no se elimine naturalmente en el pecho y los brazos.

Somatri reconoció ante la prensa que fueron él con la esposa los que “hecharon a perder a su hijo”, dejándolo que comiera aquello que quisiera. Pese que le pidieron que comiera más sano, cedían a sus demandas.

“En el pasado, desde que Arya tenía cinco años y ya estaba creciendo, puedo decir que sí, lo estropeé”, dijo el padre, Ade Somantri, según Daily Mail. “.

“Si él quería comer o beber alimentos dulces y bebidas, nosotros se los dábamos, si quería fideos instantáneos, se lo cocinábamos”.

Ahora el joven es una inspiración para los indonesianos, que registran una de las tasas más altas de sobrepeso en menores.

Fuente: Agencias 

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