Disfrazados, rumanos bailan la tradicional danza del oso para eliminar los malos espíritus del año anterior y a dar la bienvenida al Año Nuevo.
Personas de todas las edades, ataviadas con disfraces bailan cada año al ritmo de los tambores y recorren pueblos de Rumania.
Las personas que participan en ella van acompañadas de un domador y actúan de forma violenta, con el fin de que los disfrazados de osos simulan su muerte.
En ese momento, el domador, simbólicamente, les arranca el corazón a los animales y hace que los osos disfrazado vuelvan a la vida más dóciles.
Esto que simboliza el sometimiento de la naturaleza y la expulsión de los malos espíritus.
El oso es un animal de buena suerte, pues los antiguos pobladores de Rumania adoraban a los osos, los veían como deidades que daban buena fortuna y salud.
Fotografías: Diana Zeyneb.
Información de Con Acento.