Ticul, Yucatán.-Un borracho se sube a un árbol de Ramón para cortar sus ramas y venderlo para alimento de animales, pero resbala y cae de una altura de ocho metros. Cuando recobra la consciencia, pide a sus familiares y amigos que lo dejen morir.
Sin embargo, los paramédicos de la policía lo revisan y se dan cuenta que tiene la cadera rota y varias contusiones en el cuerpo, y lo llevan a un hospital de la ciudad de Mérida.
Daniel Ángel Ruiz Espejo, de 48 años de edad, prácticamente volvió a nacer, pero sumido en el alcohol, lo que quería es seguir durmiendo y no volver a despertar.