La imagen de una monja arrodillada y con los brazos extendidos frente a militares en Myanmar en medio de la represión a una protesta le está dando la vuelta al mundo.
La religiosa, identificada como Ann Rose Nu Twang, pidió a policías fuertemente armados que perdonaran a “los niños”.
“Me arrodillé. Rogándoles que no dispararan y torturaran a los niños, sino que me dispararan y me mataran”, declaró Ann Rose.
El pasado 8 de marzo, cientos de personas tomaron las calles de Mytkyina, en protesta contra el derrocamiento militar del líder civil, Aung San Suu Kyi en ese país.
El hecho se desarrolló cuando un grupo de manifestantes era perseguido por los oficiales.
Cuando la policía comenzó a rodearlos, Ann Rose Nu Tawng y otras dos monjas salieron al frente y les suplicaron que se fueran.
Pese al valiente acto se registraron tres fallecimientos producto de las protestas.