Eréndira Guerrero es una artesana juarense que desde el inicio de la pandemia ha elaborado diferentes productos como cubrebocas con frases personalizadas, no obstante, en las últimas fechas, pensando en la imposibilidad del contacto físico entre familiares y víctimas de Covid-19, se dio la tarea de crear osos de peluche con prendas de vestir de las personas fallecidas.
La artesana, apoyada por su máquina de coser, realiza ositos apapachables al gusto de los clientes y con las prendas que ellos le llevan, regularmente prendas muy representativas de la persona que falleció.
Así lo hizo Araceli, quien le llevó una chamarra de franela con cuadros, la favorita de su padre quien murió de Covid-19, para que la artesana le creara un oso de peluche.
Eréndira explicó que se puede utilizar cualquier tela o pieza de ropa para cortar el patrón del oso que mide 50 centímetros con movilidad en los brazos y piernas.
“Cuando les entregas el osito terminado, las personas se emocionan mucho, la mayoría llora y lo abraza, pues la prenda de ropa se transforma en algo que llega al corazón y les permite tener un contacto diferente con las prendas de sus seres queridos”, dijo Eréndira.
Para hacerlo aún más personal, Eréndira borda en los muñecos la frase que el familiar decide, como Araceli que pidió un bordado que dice: “Esta es una prenda que solía usar, cada vez que lo abraces quiero que sepas que ahí estoy. Con amor, papá”.
En otros casos, Eréndira les puede colocar un botón de voz con una oración, una palabra de amor e incluso con un audio de la víctima.
“Ahorita hasta en el celular tenemos audios de la gente que queremos, si alguien lo desea se puede poner ese audio en la pieza que elaboramos”, comentó Eréndira.
No obstante, Eréndira Guerrero no se adjudica la idea de la creación de estos memory bears, pues señaló que se están elaborando en alguna parte de Estados Unidos también con el propósito de cerrar ciclos de pérdidas por la pandemia del Covid-19.
Para la mujer que elabora artesanías y manualidades desde los 13 años, aportar su talento y creatividad para sanar un poco el dolor de la pérdida, es muy gratificante, pues en cada muñeco que entrega, puede apreciar cómo el dolor se transforma en ternura y amor.
“Los deudos no pudieron cerrar el ciclo de su pérdida y cuando reciben su osito, cambian totalmente, lo ven y lo abrazan con cariño, como si fuera su mismo ser querido”, afirmó Eréndira.
Araceli contó que la última vez que vio a su padre fue cuando ingresó al hospital luego de dar positivo a Covid-19. Señaló que desde ese día no volvió a verlo, por eso buscó la manera de recordarlo con un oso hecho con la chamarra de franela que siempre usaba su papá.
Don Lorenzo tenía 70 años de edad y en tan solo dos días murió víctima de Covid-19; para Araceli y toda su familia, su muerte fue sorpresiva y ha sido difícil de asimilar porque ni si quiera pudieron despedir su cuerpo.
“Es una forma de morir muy diferente, porque no tienes la oportunidad de velar, no pude convencerme realmente de que ya no está, todo fue muy rápido”, dijo Araceli con la voz entre cortada.
“En dos días mi padre se me fue”, aseguró y agregó que vivir el duelo de la pérdida ha sido totalmente distinto pues cree que si lo hubiera velado o hecho un funeral, habría tenido tiempo de asimilar su deceso, además de que sería reconfortante recibir el cariño y apoyo de sus seres queridos.
“No tuvimos esa posibilidad, el dolor se queda adentro y lo hemos curado en solitario”, dijo.
Al inicio de la pandemia, Ciudad Juárez fue el epicentro de contagios y muertes por Covid-19 en Chihuahua, donde hasta ahora han fallecido 4 mil 409 personas por el virus.
Fuente: El Universal