El Consejo Comunitario de Kinchil denunció que la empresa Crío sigue realizando trabajos en la zona de Tzemé, pese a la clausura emitida por PROFEPA el 12 de noviembre y a la suspensión ordenada por el INAH a finales de octubre.
De acuerdo con la comunidad, la construcción continúa sin acatar ninguna de las medidas, lo que implica un desacato a ambas instituciones y una afectación directa al patrimonio cultural de la antigua ciudad maya.
El Consejo anunció que iniciará acciones legales tanto contra Crío y la constructora Cavico, como contra PROFEPA e INAH por no hacer valer sus propias órdenes.
Federico May Cuitún, integrante del Consejo, afirmó que harán todo lo posible para que “la devastación no quede impune”, señalando que las instituciones no han actuado con firmeza para detener los daños en Tzemé.
Por su parte, Modesta Canul Chuil expresó que la comunidad se ve obligada a acudir a los tribunales debido a la falta de protección institucional y al abandono del caso, advirtiendo que el sistema “parece estar diseñado para la corrupción en lugar de para la justicia”.
El Consejo Comunitario reiteró su exigencia de detener de inmediato las obras y responsabilizar a los involucrados por la afectación al patrimonio maya.
