He Shihua, un millonario de China, adquirió el Zibo Cuju, un equipo de la segunda división de la liga de ese país e hizo que su hijo jugará con el número 10.
Pese a no tener el estado físico de un deportista profesional, con un sobrepeso que llega a los 126 kilos, el heredero de He Shihua se dio el lujo de saltar al campo de juego.
Aunque no es la única ocasión en la que ha disputado un partido, ya que fue el 4 de mayo su debut, cuando restaban siete minutos para el final en el partido que estaba 0-0 ante el Sichuan Jiuniu,
Algunos medios locales informan que Shihua, propietario de la escuadra, suele participar de los entrenamientos y tiene una buena relación con el resto de los futbolistas, con quienes come y bromea.