
La mandataria mantiene alta popularidad —70% de aprobación, según El Universal— y el control del Congreso, pero enfrenta crecientes desafíos en seguridad, donde los homicidios bajaron a nivel nacional, aunque se dispararon en estados como Sinaloa tras la captura de “El Mayo” Zambada.
Analistas advierten que Sheinbaum “se juega el sexenio” en este terreno, además de tener pendientes en combate a la corrupción, posibles escándalos en Morena y la renegociación del T-MEC con un Donald Trump nuevamente en la Casa Blanca.
En 2026 también deberá preparar a México como coanfitrión del Mundial, mientras arranca su segundo año de Gobierno con la promesa de consolidar la llamada “cuarta transformación”.