Un adolescente de 15 años podría ser declarado santo en los próximos años y convertirse en el patrono del Internet. Se trata del inglés Carlo Acutis, quien falleció a la edad de 15 años, y ya registra un milagro que lo convertirá en beato el próximo 10 de octubre.
Acutis nació en Londres en 1991, pero a los pocos meses se trasladó hasta Milán. En Monza se registró su muerte en 2006 a causa de una leucemia fulminante.
El cardenal Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, dijo a Vatican News que el joven fue catequista y logró transmitir la fe a los niños, además de explotar los medios telemáticos creando un proyecto informático sobre temas de la fe y creó un portal sobre los milagros eucarísticos.
«Las palabras expresadas en sus últimos días también son sorprendentes. Dijo: ‘Quiero ofrecer todos mis sufrimientos por el Señor, por el Papa y por la Iglesia. No quiero hacer el Purgatorio; quiero ir directamente al Cielo’. ¡A la edad de 15 años! Un joven que habla así nos sorprende y creo que estimula a todos a no bromear con nuestra fe, sino a tomarla en serio», relata en el portal.
Su beatificación se vio afectada por la pandemia del coronavirus por lo que se decidió trasladar de fecha a octubre cuando se espera que puedan acceder más personas. El milagro que lo llevó a ser beato se dio en Brasil y fue reconocido en el 2013 de un niño que sufría trastornos digestivos que lo llevaba a vomitar todo lo que ingería tanto comida como líquido. Junto con su abuelo acudieron con una reliquia de Acutis para pedir su intercesión, un año después los médicos descubrieron que había sanado pese a no hacerse la operación para corregir el problema.
En varias ocasiones, el papa Francisco se ha referido sobre el internet y que este es un regalo de Dios, así como también del uso como una herramienta en las congregaciones aunque advierte de sus riesgos. En el sacerdote argentino estará la decisión de declararlo patrono del internet, pero antes deberá ser declarado santo y para esto es necesario un segundo milagro comprobado tras su beatificación.
Sus restos se encuentran en el santuario del Despojo, en Asís.
Fuente: Agencias