Durante la emergencia sanitaria por COVID-19, las personas que tengan en casa un recién nacido deben adoptar una serie de medidas para evitar contagios, ya que los bebés, al tener un sistema inmunológico en proceso de maduración, son propensos a presentar mayores riesgos de complicaciones por esta enfermedad.
Lo más importante es tener una higiene correcta antes de cargar al bebé o darle de comer: lavarse las manos con agua y jabón con la técnica adecuada, así como evitar recibir visitas, ya que sin saberlo las personas podrían ser portadoras del virus y transmitirlo, expresó Flor Rodríguez Melo, coordinadora de Prevención y Atención a la Salud en la Oficina de Representación Yucatán del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Recomendó que la madre evite salir y la persona que realice las compras de alimentos y demás diligencias para el hogar, adopte todas las medidas de prevención al salir, como el uso de cubrebocas, distancia de al menos 1.5 metros entre personas, lavado de manos al llegar a casa, cambiarse de ropa o de preferencia tomar un baño antes de estar en contacto con la o le bebé.
De haber una persona enferma de COVID-19 en casa, la especialista recomendó aislarla en una habitación y tomar todas las medidas de precaución recomendadas, como lavado constante de manos con agua y jabón, además de limpiar y desinfectar con cloro objetos y superficies que se tocan con frecuencia.
Aunque familiares y amistades tengan curiosidad de conocer al recién nacido, por la seguridad de éste y de la madre, es mejor que se posterguen las visitas y se haga uso de la tecnología con videollamadas o fotografías para ver a la o el pequeño y a su mamá, sugirió Rodríguez Melo.
Al momento de acudir a revisión médica, ya sea por vacunas o aplicación del tamiz neonatal, la madre debe mantener las recomendaciones de protección, además de la higiene de manos y san distancia, el uso de cubrebocas.
Asimismo, Rodríguez Melo señaló que la mejor forma de fortalecer el sistema inmune de los recién nacidos es con la lactancia materna.
Para ponerla en práctica, si la mamá está sana, sólo debe tener buenos hábitos de higiene antes de darle de comer; en caso de presentar síntomas de COVID-19, debe utilizar cubrebocas y lavarse las manos y asear los senos antes de estar con el bebé para amamantarlo, o bien, extraer la leche para que algún miembro de la familia que esté saludable pueda dársela.
“Lo importante es que, en la medida de lo posible, no se interrumpa la lactancia materna”, finalizó la también especialista en Pediatría.