Por: Martha D. Chan
Mérida, Yucatán a 11 de agosto de 2017.- -No nacimos sabiendo que el señor nos llamaba, fuimos creciendo en la fe para descubrir el llamado de Dios-, manifestó en su homilía el arzobispo de Yucatán Gustavo Rodríguez Vega, durante la misa de acción de gracias con el clero, por su 16º aniversario episcopal y el 37º aniversario sacerdotal, en el Seminario Menor, San Felipe de Jesús.
Antes de iniciar la misa, el V arzobispo de Yucatán, dijo a la prensa su aniversario es la próxima semana, el lunes y martes, pero se adelantó el doble festejo, debido a que viajará a San Salvador, donde sostendrá una reunión latinoamericana de la Cáritas.
También expresó que está muy agradecido con el presbiterio yucateco por la celebración, pero igualmente por las recientes ordenaciones y encomendó la Asamblea Presbiteral que se realizará el 28 y 29 de agosto, donde se escuchará las voces de los laicos, religiosos, religiosas y presbíteros.
Señaló durante los años de servicio sacerdotal, uno de los motivos de más satisfacción es su colaboración como formador de sacerdotes, durante su labor en el Seminario de Monterrey y como Obispo fue realizar la ordenación sacerdotal y la ordenación episcopal de monseñor Pedro Mena Díaz.
-Pedirle al señor que me ayude para ser fiel, constante y dar lo mejor de mí mismo para lo que me sea encomendado-, manifestó el V arzobispo de Yucatán.
La misa fue concelebrada junto con el obispo auxiliar Mena Díaz y el arzobispo emérito Jorge Carlos Berlie Belaunzarán y gran parte del clero yucateco, debido a que faltaron algunos sacerdotes que se quedaron en sus parroquias con motivo de las fiestas patronales.El arzobispo Rodríguez Vega también dio a conocer que está mañana junto con el obispo auxiliar sostuvieron una reunión con el gobernador de Yucatán, Rolando Zapata Bello para agradecerle las atención y apoyo que recibieron durante la ordenación episcopal de monseñor Pedro Mena.-Aprovechamos la misa para pedir por el gobernador que el Señor le dé la sabiduría necesaria para conducir a nuestro Estado-, expresó.Durante su homilía, dijo que agradecía a Dios las celebraciones recientes ordenaciones de sacerdotes, diáconos y la episcopal, así como las de su servicio.-Yo creo que cada uno de nosotros puede decirlo con toda sinceridad, con toda humildad y orgullo a la vez, soy un prodigio del amor de Dios, porque vivo, por pertenecer a su pueblo que es la Iglesia y por ser dentro de la Iglesia un ministro, un sacerdote, un obispo, un diácono-, añadió el V arzobispo de Yucatán.-Fuimos poco a poco descubriendo nuestra vocación, no nacimos sabiendo que el Señor nos llamaba, el llamado de Dios es desde siempre y para siempre, pero nosotros tuvimos que ir creciendo en conciencia, creciendo en la fe para descubrir este llamado del amor de Dios-, aseveró.-Nuestro sacerdocio es fruto del amor de Dios, inmerecido de nuestra parte, pero también fruto del amor de Dios por su pueblo, nos ha querido poner al servicio de su pueblo-, afirmó.-Al amor de Dios nos toca corresponderle con amor y por supuesto con fidelidad y obediencia. Somos seres humanos, somos frágiles, cuántas veces habremos fallado… solo Dios lo sabe quizá más que nosotros mismos, incluso de lo que no hemos reconocido el Señor si lo sabe, aunque los demás no los conozcan; sin embargo, cada día que amanece es una nueva oportunidad para llevar adelante nuestro sacerdocio, para buscar la santidad santificando a nuestro pueblo-, manifestó monseñor Rodríguez Vega al presbiterio.
