El alcalde de Mérida, Renán Barrera dijo que se analizaría la posibilidad de clausurar esta vía que desde sus inicios mostró la pésima ingeniería aplicada.
Durante los últimos años, el cierre del paso ha sido de manera constante, ya que los muros del cárcamo se han fracturado, también sus paredes se encuentran muy dañadas, en lugar de contener y expulsar, ya no se retiene el líquido. Actualmente son 7.4 millones de litros los contenidos en dicha infraestructura.
Cabe recordar que dicha obra siempre fue rechazada por su cercanía con el manto freatico, el cual ya se comienzan a ver sus efectos en la polémica » Glorieta de la Paz», contruida durante la administración de la priista Angélica Araujo.