Sin embargo, tras comer el dulce, todos ellos, incluyendo la viuda, empezaron a sentirse mareos y náuseas. Una mujer tuvo que ser trasladada en ambulancia al hospital, mientras que el resto se vio obligado a acudir al médico horas más tarde.
Las autoridades determinaron que el pastel contenía cannabis y fue preparado por la hija de una empleada del restaurante. La joven, de 18 años, hizo varios pasteles para los asistentes al funeral y otro separado con la droga para consumo propio. Sin embargo, la empleada, sin consultar antes con su hija, sacó del refrigerador el bizcocho aderezado con hachís y se lo sirvió a los clientes.
Actualmente, la joven se encuentra bajo investigación y enfrenta cargos por negligencia y lesiones corporales, perturbación de un funeral y violación de la ley antidrogas de Alemania.
Fuente: Actualidad RT