¿Eres de las personas que no siente atracción sexual por ningún género? ¿Fue una decisión que tomaste o simplemente así lo sientes y ni siquiera lo pensaste? Si tu respuesta es que simplemente no sientes ningún tipo de atracción sexual hacia ninguna persona, entonces eres una mujer o un hombre asexual.
Esta etiqueta se deriva de una preferencia sexual que muy recientemente se ha utilizado para definir otra orientación sexo genérica.
Así como se definen las personas heterosexuales, homosexuales, bisexuales, lesbianas o pansexuales, el ser asexual es una preferencia. Pero ¿en qué consiste ser una persona asexual?
Una persona asexual es aquella que se define por el bajo o nulo deseo de la actividad sexual, la preferencia de no mantener prácticas sexo-afectivas con nadie por el hecho concreto de no desearlo ni sentir la necesidad de hacerlo.
El ser asexual es una condición que está muy alejada a una decisión consciente. Es decir, no se escoge ser asexual simplemente se es.
A diferencia del celibato, que es una decisión en la que no se involucra contacto sexual ni siquiera afectivo, en la asexualidad las personas se pueden enamorar, practicar la autoerotización (masturbación) e incluso llevar a cabo una relación amorosa.
En ese sentido la asexualidad no es coitocéntrica, es decir, no se centran en el coito como única forma de satisfacción sexual, pues las personas asexuales pueden entablar relaciones afectivas sin ponderar la copulación, o sea que, en sus relaciones implican sentimientos, impulsos y deseos, pero nunca sexuales, pues son consideradas como personas autogestivas.
En otras palabras la lógica de la asexualidad como preferencia sexual es no sentir atracción sexual por otras personas pero sí atracción romántica o intelectual.
La visibilidad de este tipo de preferencia es relativamente reciente, por lo que existe un debate en torno a sí es un tipo de preferencia sexual o un trastorno psicológico.
Anteriormente si una persona notaba que tenía nula atracción sexual hacia otra persona acudía al médico y éste trataba de resolver el problema con medicamento, como si fuese una enfermedad. O bien, los especialistas trataban de indagar si su paciente había experimentado un trastorno que le impidiera tener sexo con otros.
¿Alguna vez escuchaste que estas personas fueran definidas despectivamente como «frígidas»? Pues de hecho así se les catalogaba por el simple hecho de no compartir la misma atracción considerada como «natural» entre las personas.
Sin embargo, fue hasta el año 2013 cuando se comenzó a naturalizar este término como una preferencia sexual. Las personas asexuales ya eran consideradas como sanas y normales que simplemente no apetecen por sostener relaciones sexuales.
¿Las personas asexuales no tienen libido?
Como anteriormente se explicó las personas asexuales sí tienen libido, es decir, sí sienten. Aunque en su mayoría de los casos es generada para sí mismos.
Las personas asexuales pueden disfrutar del contacto físico, pero no por el deseo del otro, sino por la mera sensación de tener sentidos. En muchos casos la libido se genera cuando hay un acercamiento fuerte emocional con su pareja.
Las o los asexuales pueden llegar a tener pareja y tener acuerdos con ésta, pueden llegar a tener relaciones abiertas en donde su compañera/o sentimental pueda estar con otras personas.
De acuerdo a lo explicado por el Instituto Superior de Estudios Psicológicos de México, la asexualidad puede tener diferentes variantes por ejemplo:
Ser una persona que lleva a cabo la gris-asexualidad: atracción sexual de muy bajo impulso sin llegar a querer practicar el sexo o hacerlo en contadas ocasiones;
Ser demisexualidad: personas que no presentan atracción sexual con todas las personas a menos que sientan una fuerte conexión emocional con alguien.
A nivel mundial, según un estudio publicado por la Revista credencial, Asexualidad: la cuarta dimensión sexual, sólo el uno por ciento de la población se considera asexual.
«Hay diferencias entre quienes se definen como asexuales, principalmente las referencias hechas a la ausencia de apetito sexual o la atracción romántica. Algunos solo experimentan una de las dos, otros las dos y otros ninguna. Hay desacuerdo con respecto a cuál de estas configuraciones puede ser descrita genuinamente como asexual.
Algunos asexuales pueden experimentar sensaciones sexuales, pero no tener deseo de actuar sobre ellas, mientras que otros intentan conseguir la descarga sexual mediante el acto sexual o la masturbación», refiere el artículo especializado.
La nociones sobre sexualidad en la actualidad regularmente parten desde la hipersexualización, es decir, de una obsesión con pensamientos y comportamientos sexuales. En ese sentido la asexaulidad es una respuesta a la exacerbación del sexo.
Actualmente, la asexualidad es un tema que cada día le interesa a más personas. Sin embargo, aún hacen falta herramientas que logren comprenderla y explicarla desde un punto institucional.
Aunque en lo que esto se desarrolla, cada vez hay más personas que se definen y se identifican con la asexualidad.
