Desde Chiapas, el presidente Andrés Manuel López Obrador, llamó a la unidad y ofreció todo su respeto al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), a quien dirigió una recomendación fraterna: “Que no nos peleemos. ¡Basta ya de divisiones! ¡Necesitamos unirnos todos¡”.
Aseveró que si bien puede tener diferencias con el movimiento zapatista, lo respeta porque éste aportó para que se conociera la realidad de las comunidades indígenas del país, y llamó a los ciudadanos a evitar las divisiones y unirse.
“Respetamos mucho al movimiento zapatista y mi recomendación fraterna respetuosa es que no nos peleemos, ya basta de divisiones, necesitamos unirnos todos, como esa estrofa del himno de Chiapas: que se acabe la odiosa venganza, que termine por siempre el rencor… Todos juntos unidos como hermanos”, expresó.
Al encabezar un diálogo con la comunidad del Hospital Rural Guadalupe Tepeyac, el mandatario federal se pronunció a favor de respetar las libertades, entre ellas las de religión y de pensamiento, así como la diversidad, “que seamos, no tolerantes, sino respetuosos de todos y que nos hermanemos”.
En este marco, López Obrador indicó que su gobierno trabaja para mejorar el servicio de atención en salud de manera general, con base en cuatro aspectos: abasto de medicamentos; suficiencia de médicos, especialistas y enfermeras; mejora de las instalaciones, y regularización de los trabajadores del sector salud.
En su discurso, el mandatario mexicano recordó la lucha que emprendió desde la oposición para llegar a la Presidencia de la República; “fuimos perseverantes, tercos hasta lograr esta transformación”, y dijo que por ello respeta mucho al movimiento zapatista.
En tanto, el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo aprovechó para destacar que López Obrador no espera a que le digan cómo están las cosas en los diferentes lugares de la República sino que prefiere estar ahí “para ver la realidad”.
Dijo que en el tiempo que tiene dentro de la institución de salud ha percibido que administraciones pasada se concentraban en “tener finanzas sanas”, pero aseveró “¿Cómo vamos a tener finanzas sanas con derechohabientes enfermos o con beneficiarios enfermos, o con instituciones e institutos completos que pueden estar con alguna suerte de enfermedad? Pues no debe ser más así”.
Aseguró que es necesario “empezar a pensar nuevamente en valores que se perdieron en los últimos años, el valor de la confianza, el valor de acuerdos y la palabra empeñada que se cumple, el valor de asumir compromisos, no porque sea fácil, sino porque es necesario“.
