MÉRIDA, YUCATÁN.- Mérida, una de las dos sedes del sureste de la gira mundial de la Asociación Grandes Pagos de España, la cual ofreció una masterclass dirigida a sommeliers y líderes de sectores afines, y una cata en la que se degustaron vinos de 14 bodegas.
El reconocimiento mundial de la calidad de vida de Yucatán y su constante crecimiento en sectores turístico, hotelero y restaurantero, atrae la atención de mercados boutiques de vino de las bodegas más prestigiadas de España.
Fue así como Mérida representó una de las dos sedes del sureste que tocó la gira mundial de la Asociación Grandes Pagos de España, la cual ofreció una masterclass dirigida a sommeliers y líderes de sectores afines, y una cata en la que se degustaron vinos de 14 bodegas. Ambas actividades tuvieron lugar en la Hacienda Santa Cruz Palomeque.
La agrupación con presencia en más de 45 países, exporta el 50 por ciento de su producción para compartir con el mundo la singularidad de los vinos de pago; es decir de viñedos cuyas características lo diferencian de los circundantes en la zona, debido a factores como una estructura de suelo peculiar, una orientación específica, cuyo resultado aporta una calidad de fruto excepcional.
La agrupación está formada por 30 bodegas de vinos de alto perfil, reflejan la identidad de cada región viticultora, muchas de las cuales son áreas naturales especialmente protegidas, lo cual exige un profundo respeto por el entorno.
Antonio Sarrión presidente de la asociación, viticultor y enólogo de Bodegas Mustiguillo, destacó que parte de su proyecto de gestión tanto en España como en las naciones que visitan, es promover la cultura del vino fuera de las capitales para atender las regiones en franco crecimiento como el sureste mexicano y en especial la península de Yucatán.
Señaló que los vinos que promueven, implican tener prestadores de servicio cada vez más cualificados, un tema vital para entender la enología de alto nivel, es por ello que en esta visita se ofreció una masterclass y se prevé al menos una visita anual para temas de formación, pero también de promoción de la cultura del vino con exclusivas catas.
En entrevista Sarrión dijo que Yucatán como polo del turismo nacional, con una gastronomía reconocida mundialmente, tiene un gran potencial para ser un aliado estratégico de las bodegas que representa, de las cuales 27 ya tienen presencia en todo México, destacando en las cartas de restaurantes, mesas y anaqueles.
Recordó que durante la marteclass los representantes de las bodegas compartieron las sesiones con 36 sommeliers del estado y líderes de diferentes sectores, quienes destacaron por su gran interés y conocimiento de los vino de pago, lo cual sorprendió gratamente a todos los viticultores que participaron.
Por la noche en el marco de una velada agradable en la hacienda Santa Cruz Palomeque, se degustaron 15 vinos y una pierna de jamón serrano ibérico. Asistieron más de 100 personas, quienes pudieron interactuar con los bodegueros para conocer la historia detrás de la producción de su vino.
Las bodegas que participaron en esta gira mundial en Mérida fueron: Gramona, Arinzano, Valdespino, Astobiza, Aalto, Secastilla, Pago de Vallegarcía, Enrique Mendoza, Manuel Manzaneque, Mustiguillo, Abadía Retuerta, Chivile, Mas Doix y San Román.
Antes de su presencia en Mérida, la Asociación Grandes Pagos de España estuvo en Cancún, Quintana Roo, con una cata de vinos y masterclass. La cordinación de la gira en el país estuvo a cargo de la Sommelier mexicana Sandra Fernández Gaytán.
Apuesta al mercado boutique:
Las 30 bodegas de la asociación tiene una producción anual de más de cuatro millones de botellas de vino (4.680 Hl.) que varían por bodega en el orden de 10 a 50 mil botellas por año, lo que representa una producción de edición limitada respecto a la industria regular.
La producción anual del grupo representa una facturación estimada de 76.000.000 € (506,400,000 de pesos)*.
En enero pasado el Sistema de Información de Mercados del Sector Vitivinícola (INFOVI) de España, reportó las con base a la campaña vitivinícola 2018/2019 una producción de 49,2 millones de hectolitros, de los que 44,4 millones corresponden a vino y 4,8 a mosto.