Mérida, Yucatán, 20 de diciembre de 2018.- La comunidad literaria de Yucatán y autoridades conmemoraron el Día del Escritor con un tradicional desayuno, en el que se resaltó el compromiso de seguir trabajando juntos por el arte de la pluma, para llevar las letras a todo el estado y el mundo.
Al comienzo de la ceremonia, se realizó un minuto de silencio en memoria de los personajes fallecidos este 2018, como José Antonio Castellanos Cámara, Carolina Luna Benítez, Ana Patricia Martínez Huchim y Candelaria Souza de Fernández.
El acto estuvo a cargo de la jefa del Departamento de Fomento Literario y Promoción Editorial de la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta), Nadia Pérez Basurto, quien leyó la semblanza de cada uno.
En su mensaje, la titular de la dependencia, Erica Millet Corona, dijo que con la escritura se preserva la memoria y la historia de todos los días, así como las experiencias que nutren la condición humana como individuos y en conjunto.
Recordó que la celebración, que data el 20 de diciembre de 1981, inicialmente era una serie de tertulias de grupos y talleres. Asimismo, apuntó que hoy es por las letras que consta el acontecer forjado de pluma y teclas, cuya tinta no por seca es menos viva, menos nueva.
“Ahora más que nunca se necesitan creadoras y creadores más convencidos, como lo estamos nosotros, del poder de la cultura en el fortalecimiento de nuestras sociedades. Uniendo fuerzas podemos enriquecer el panorama artístico y cultural de los 106 municipios de nuestro estado”, destacó la funcionaria.
A nombre de los literatos, Irma Torregrosa Castro compartió su texto Animal que sueña en el que señaló que el oficio que este día se celebra es una labor de resistencia, creación y responsabilidad.
Es la traducción de lo que soñamos sin la necesidad de estar dormidos, aseguró la autora en presencia de la directora de Desarrollo Cultural y Artístico de la Sedeculta, Ana Ceballos Novelo, y el escritor Roldán Peniche Barrera.
Finalmente, explicó que comenzó a hacer poemas sobre lobos, peces y pájaros que aparecían en sus sueños, pues la combinación de soñar y ese tipo de animales es algo que nunca se termina de entender ni de contar. En ese sentido, agregó que “la escritura representa la posibilidad de todo lo que sin ella no puedo o no quiero entender”.