Mérida, Yucatán, 18 de diciembre de 2018.- La Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CANACO SERVYTUR) de Mérida considera adecuadas las medidas del Ayuntamiento para disminuir la presencia de vendedores ambulantes en el centro, pero es conveniente ampliar los operativos a otras partes de la ciudad donde se empieza a notar la presencia de comerciantes informales.
El presidente de la CANACO Mérida, Michel Salum Francis, aseguró que con las acciones emprendidas por personal del Ayuntamiento para retirar puestos de ambulantes en el primer cuadro de la ciudad se dio respuesta a una demanda del sector comercio organizado, quienes en una época de muchas ventas sufren afectaciones por la venta de mercancías de dudosa procedencia y de mala calidad en las calles de la ciudad.
“Con las fiestas de fin de año la presencia de vendedores ambulantes en el centro histórico, así como en otras zonas, se incrementa, por lo que es necesario que el Ayuntamiento de Mérida no dé marcha atrás, y se logre evitar que los informales se apropien de los espacios públicos”, subrayó.
Por ello, consideró importante que los operativos para vigilar e impedir el comercio ambulante no solo sean en el primer cuadro de la ciudad, sino en avenidas principales y colonias donde se nota una gran presencia de comerciantes informales.
Diciembre es un mes muy esperado por los comerciantes, pues representa una época en la que las ventas se incrementan y dan un respiro a la economía de los negocios formales, por lo cual es importante que las autoridades no permitan que el ambulantaje se incremente en la ciudad, subrayó.
El permitir que los vendedores informales operen en la irregularidad afecta al comercio formal establecido, pues es una competencia desleal que genera pérdidas para los empresarios que cumplen con todos los permisos y pagan sus impuestos, apuntó.
Salum Francis anotó que otro punto en el cual debe poner mayor énfasis el Ayuntamiento de Mérida es en los permisos para la venta de pirotecnia, llamadas comúnmente “bombitas”, pues representan un peligro para quienes las venden, así como para quienes las compran, principalmente los menores de edad, que pueden sufrir algún tipo de quemaduras.