Mérida, Yucatán.-En medio de un fuerte operativo bien planificado, un juez local ordenó la liberación del narcotraficante Eleazar Medina Rojas (a) “El Chelelo”, pero salir del juzgado lo detuvo la PGR con fines de extradición a Estados Unidos.
El juez de control determinó que El Chelelo no tenía motivos para estar detenido y ordenó la inmediata liberación porque una infracción de tránsito y la presentación de documentos falsos, no constituyen delitos graves y además se le había violado sus garantías al retenerlo sin justificación.
Sin embargo, en los pasillos del juzgado se había montado un operativo para detenerlo nuevamente. El delincuente, cuando se percató de lo que estaba sucediendo, se negó a salir del edificio. Pero la policía federal lo interceptó, lo sacó de las instalaciones y luego le colocó las esposas en las manos.
Todo el procedimiento fue video-grabado y presenciado por los medios de comunicación y agentes de la DEA. Bien custodiado, se le subió a una camioneta blindada y trasladado finalmente al aeropuerto de Mérida, donde lo estaba una avioneta para llevarlo a la capital del país.
Con esto, terminó en Yucatán un procedimiento que había mantenido en vilo a los medios de comunicación desde que ocurrió el rumor de la detención, el miércoles pasado, del un peligroso narcotraficante del Cartel del Golfo.
La versión de Medina Rojas que presentó ante el juez es que él no estaba conduciendo el vehículo Chevrolet tipo Cruze con placas URE-88-F de Quintana Roo, sino su cuñado Sergio Vargas Ávila y que su hijo estaba como copiloto. Cuando se le requirió los documentos, presentó INE a nombre de Máximo Tomás Roberto.
También reveló que después de dar su nombre verdadero, había amenazado a los policías: “Ustedes no saben con quién se meten”.