Mérida, Yucatán, 01 de noviembre de 2018.- El secretario de Desarrollo Rural, Jorge Díaz Loeza, visitó el Laboratorio del Centro Nacional de Innovación y Transferencia Tecnológica, interesado en llevar a todos los rincones del estado una herramienta necesaria para certificar la inocuidad y la sanidad de productos y alimentos para consumo humano, que se destinen al mercado nacional e internacional.
Se trata de un equipo de primer mundo, en beneficio los productores del sector primario; ahí se analizan las necesidades de nutrientes de suelos y aguas, y la calidad del producto, para facilitar su comercialización y exportación. Gracias a un convenio con el Gobierno del Estado, el Laboratorio también es pieza clave para mantener la sanidad animal y vegetal de Yucatán.
Dispone de equipos especializados en el análisis de aguas, suelos, plantas, alimentos y muestras humanas. Tiene un cromatógrafo de gases, un analizador elemental, un cromatógrafo de líquidos, un equipo de absorción atómica y cromatógrafo de líquidos con detector de masas triple cuádruplo que puede ser empleado para la detección de medicamentos, metabolitos en sangre, para la identificación de compuestos y sub-compuestos farmacéuticos.
También cuenta con equipos menores que se complementan para realizar análisis fisicoquímicos y microbiológicos, principalmente en muestras de alimentos.
El titular de la Seder mostró interés por el funcionamiento de esa herramienta fundamental para el ingreso a mercados internacionales y patentizó su apoyo para que el Laboratorio sea de gran ayuda para los productores rurales de Yucatán.
Acompañado del presidente de la Fundación Produce Yucatán, A.C., Pedro Cabrera Quijano, el MVZ Díaz Loeza escuchó la explicación del director general del Laboratorio Central Regional de Mérida, una subdirección del Comité Estatal para el Fomento y Protección Pecuaria del Estado de Yucatán, el Maestro en Ciencias Santiago Isaías Sauri González:
“El Laboratorio del CNITT tiene prioridad porque permite el análisis de los procesos del control de calidad de los productos, sobre todo en términos de inocuidad alimentaria, que es un tema que ha cobrado relevancia en los últimos años. Cabe recordar que es necesario el cuidado y la certificación de los productos, sobre todo aquellos que se van a comercializar directamente para el consumo humano, libres de patógenos específicos como salmonela, cólera, coliformes fecales. La verificación de la ausencia de esos organismos da certeza del consumo de alimentos libres de daños a la salud, en términos microbiológicos.
“Otra parte son los residuos. Sabemos que un producto agrícola, cárnico o producto del mar, podrían, dentro de los procesos de su manejo, tener algún tipo de contaminación, como antibióticos, desparasitantes, plaguicidas, etcétera, que también son verificados antes que salgan a comercialización. Y aquí se hacen esos análisis, que permiten constatar su inocuidad, que no causan daño a la salud.
Santiago Sauri explicó que en una alianza estratégica con el Laboratorio Central Regional de Mérida, la Fundación Produce Yucatán tiene a su cargo esas instalaciones y gestionó su equipamiento, para potencializar la capacidad técnica y de atención a los productores que requieran el análisis y la certificación de sus productos para vender el mercado nacional y extranjero.
“Este laboratorio es de gran trascendencia, sobre todo para productos icónicos como la miel, el pulpo, el chile habanero y papaya, que día con día ganan espacios en el mercado extranjero”, finalizó.