MÉRIDA, YUCATÁN, A 19 DE FEBRERO DE 2017.– Este año en que ni González Iñárritu ni el Chivo Lubezki ni Alfonso Cuarón están nominados para el Oscar, el interés de la entrega de premios decrece para el público mexicano. La única nominación para un connacional, la del cinefotógrafo Rodrigo Prieto por Silence, ha pasado casi inadvertida. Para colmo de males, las películas nominadas pondrían triste a un huehue en carnaval. Es por ello que hacemos nuestra propia propuesta, exaltando a los valores locales:
Mejor actor en rol protagónico: Enrique Peña Nieto afirmando que con la reforma energética ya no iba a haber gasolinazos. La actuación no es nueva, para hasta hoy podemos apreciarla en todo su valor. Genial.
Mejor actor de reparto. En conjunto, los exgobernadores que se repartieron el erario de sus respectivos estados. Los prófugos, los encarcelados y los impunes. De los que se sabe y de los que no. Todos.
Premio a la trayectoria: Andrés Manuel, el popular Peje. Dos veces candidato, una vez presidente legítimo, hoy, candidato ilegítimo. Ya se la debían.
Actriz protagónica: Margarita Zavala, que pretende pasar de “prima donna” a directora de opereta. El exmandatario Felipe Calderón ahora será el “primo cavaliere”. Sueño guajiro.
Mejor director: el director de Pemex, José Antonio González Anaya, que pasó de director de IMSS (?) a dirigir el monopolio estatal. De paso, avisó que en 2017 la gasolina subirá ¡diez por ciento! Del sector salud al energético. Un genio.
Mejor actuación cómica: el cadete del Colegio Militar que cayó con gran prestancia y gallardía, en forma firme y serena, sin meter las manos. Él, o Enrique Peña Nieto, por el stand up que escenificó después, pitorreándose del soldadito.
Mejor montaje: el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, declarando en la televisión nacional que se separaba del cargo para enfrentar las acusaciones calumniosas de que había robado todo lo que robó.
Mejores efectos especiales: el autor del video “Pasito perrón”, que hizo bailar al “juguete decorativo llamado niño dios” con una economía de recursos propia de un titiritero desempleado, pero con un éxito viral.
Banda sonora: “Pasito perrón”, de una murga llamada Dinastía Mendoza, por las mismas razones.
Puede que falten varios de nuestros histriones venidos a políticos, pero tampoco hay tantas categorías. Aunque este año no gane Iñárritu ni el Chivo, la presencia de los paisanos se hará notar a pesar del muro, las redadas, las amenazas o lo que venga. Hemos resistido muchas cosas y el “agente naranja” será sólo una más.