
Un ataque masivo con drones y misiles de Rusia dejó sin electricidad a más de un millón de hogares en Kiev y su región en plena ola de frío invernal, afectando también el suministro de calefacción, en un impacto severo a la infraestructura civil. El operador energético informó que inicialmente 700,000 hogares perdieron suministro, cifra que se elevó tras nuevos cortes, mientras los técnicos trabajan en restaurar el servicio. El bombardeo, que duró varias horas bajo alerta antiaérea, causó al menos dos muertes y numerosos heridos, además de incendios en edificios residenciales. Este ataque ocurrió pocos días antes de una reunión entre el presidente ucraniano Volodímir Zelenski y Donald Trump en Estados Unidos, en medio de la guerra en curso y los esfuerzos diplomáticos para alcanzar un acuerdo de paz.
