El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)informó del hallazgo de diversos entierros humanos, artefactos a manera de ofrenda y gran cantidad de huesos de animales al interior de una cueva en el área amurallada de Tulum, en Quintana Roo.
El coordinador del proyecto de investigación arqueológica, José Antonio Reyes Solís, informó que en la parte superior de la pared frontal de la cueva se encontró un caracol marino pegado con estuco a la roca madre, como parte de una decoración realizada por los mayas prehispánicos.
Dentro de estas cámaras, hasta el momento, se han registrado ocho entierros, en su mayoría adultos, los cuales presentan buen estado de conservación debido a las condiciones ambientales al interior del espacio y una gran cantidad de restos óseos de animales asociados a los entierros.
De acuerdo con los especialistas en identificación de fauna, que colaboran en el proyecto, Jerónimo Avilés y Cristian Sánchez, corresponden, de manera preliminar, a diversos mamíferos como un perro doméstico, ratón, zarigüeya, murciélago hematófago, venado cola blanca, tepezcuintle, armadillo nueve bandas, tapir, pecarí; aves del orden Galliforme, Passeriforme, Pelecaniforme, Piciforme y Charadriiforme; reptiles como tortuga marina caguama, tortuga terrestre e iguana); peces como tiburón tigre, barracuda, mero, pez tambor, pez globo, raya águila; crustáceos como cangrejo y cirripedios, moluscos y anfibios.
A pesar de que se ha localizado una cantidad importante de fragmentos de cerámica, característica del periodo Postclásico Tardío (1200-1550 d.C.), asociada a estos entierros, solamente a tres individuos se les puede vincular directamente un pequeño molcajete del tipo Papacal Inciso, con soportes semiglobulares huecos.
Los trabajos de investigación en campo continuarán en lo que resta del año.
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