En Yucatán, principalmente durante las fiestas patronales, los cacahuates garapiñados envueltos en celofán de colores se veían en todas partes.
Costaban un peso ó 50 centavos poder disfrutar de su dulce sabor, además de que el papel de colores servía para jugar durante horas.
Esta tradición aún persiste en Yucatán y aunque se ha vuelto menos común, no dejan de recordarnos nuestras hermosas tradiciones.
¿Conocías los cacahuates garapiñados?
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