Agentes de la Policía Nacional Civil de Guatemala (PNC) lanzaron gas lacrimógeno este domingo a los integrantes de la caravana de migrantes que la semana pasada salió de Honduras y se dirige rumbo a Estados Unidos.
El esfuerzo policíaco, que cuenta con el apoyo de soldados del Ejército, tiene como objetivo obligarlos a que desistan de su propósito y retornen a su país, según constataron corresponsales de prensa que acompañan la marcha. El gobierno de Guatemala estima que unos 9,000 migrantes han cruzado la frontera con Honduras en los últimos tres días.
Los migrantes argumentan que huyen de la miseria y pobreza, agravada tras el paso de los huracanes Eta e Iota, la corrupción del gobierno y la violencia provocada por el narcotráfico y las pandillas.
El jueves, miles de migrantes hondureños irrumpieron en la frontera de Guatemala sin ningún tipo de medida de seguridad sanitaria para prevenir contagios y la propagación del coronavirus, situación que alarma a las autoridades.
Imágenes publicadas por la agencia AFP muestran la entrada a la fuerza de cientos de migrantes que sobrepasan la capacidad de respuesta de tropas del Ejército y los agentes de la policía, quienes no pudieron contenerlos.
Tras el violento ingreso, sin las debidas inspecciones fronterizas, el gobierno de Guatemala emitió un comunicado en el que lamentó “la transgresión a la soberanía nacional” y lanzó un llamado a los gobiernos de la región “a tomar acciones correspondientes para evitar poner en riesgo a sus habitantes ante el riesgo sanitario derivado de la pandemia del covid-19, así como a las comunidades por donde estas personas transitan”.
A raíz de la entrada al país de miles de migrantes de manera irregular y debido a que el país se encuentra bajo una emergencia sanitaria, el gobierno de Guatemala decretó un estado de prevención en siete departamentos (provincias) desde el 14 de enero. El objetivo de la medida es “contener el flujo de personas que intentan vulnerar el control migratorio a lo largo de la frontera con Honduras”, se lee en el decreto firmado por el presidente, Alejandro Giamattei.
Las autoridades guatemaltecas han señalado, además, que “en las últimas horas grupos (que integran la caravana) han violentado la normativa vigente” y lograron entrar al país “violando disposiciones legales”.
El diario Prensa Libre dijo este domingo en su cuenta de la red social Twitter que “Ejército y PNC utilizan palos y gases lacrimógenos para hacer retroceder a miles de hondureños» de la caravana.
Activistas en Estados Unidos que luchan por los derechos de los inmigrantes siguen de cerca el avance de la caravana y los contratiempos que se registran en Guatemala.
“Sabemos que les pegaron. La verdad es bien difícil, la pandemia está haciendo bastante daño. Pero no tienen otra opción”, dice Irineo Mujica, director ejecutivo de Pueblo Sin Fronteras, una organización que ha ayudado en años anteriores a caravanas que llegaron a la frontera sur.
“Mire, Centroamérica está devastada. A la miseria y violencia vino el azote de dos huracanes. Hay miles de personas necesitadas. Ellos saben que pueden morirse en el camino, lo saben, pero quedarse en casa tiene las mismas consecuencias”, agregó.
A la pregunta de si ayudarán a los integrantes de la caravana si llegan a Estados Unidos, el activista dijo que “nosotros respaldamos a la gente que huye en busca de asilo. Siempre lo hemos hecho”.
La caravana que está siendo contenida en Guatemala es la primera que asoma en vísperas de la toma de posesión del presidente electo estadounidense, Joe Biden, quien ha prometido que desarmará la política migratoria de ‘tolerancia cero’ de Donald Trump desde el primer día de su mandato.
Información: Univision
Fotos: Esteban Biba/EFE.