Nieve, la primera tigresa nacida en cautiverio en Centroamérica, murió este miércoles, a 14 días de nacida, por complicaciones respiratorias, informó el veterinario Eduardo Sacasa, director del Zoológico Nacional de Nicaragua.
«Con mucho dolor y tristeza, quiero comunicarles que el día de hoy falleció la tigrita blanca que había nacido el 29 de diciembre del año pasado. Ella nació un poquito enferma con un catarrito, lo comenzamos a combatir con antibióticos, se mejoró un poquito, pero este último día amaneció un poco más decaída y tuvimos que ponerle suero, le estuvimos poniendo oxígeno, y ya de madrugada estábamos viendo que estaba muriendo», dijo a través de un video publicado en su perfil de Facebook, Fauna Silvestre de Nicaragua.
Sacasa había explicado previamente que la tigresa había nacido de dos tigres de bengala amarillos rescatados hace cinco años de un circo, donde recibían malos tratos, y que contaba con un peso menor de dos kilos. Agregó que, tras varios intentos de acercarla a su madre, Dalila, esta la rechazó, por lo que tanto Sacasa como su esposa, Marina Argüello, se dedicaron a tiempo completo a alimentarla y medicarla.
Veterinarios ayudan a bebé tigresa blanca a sobrevivir
«Es un gran dolor para Marina y para mí, nos duele muchísimo esto porque nos entregamos con mucho cariño, mucho amor, toda entrega se le pudo dar a ella, pero Dios se la llevó», agregó.
Sacasa agradeció a todas las personas que, a través de llamadas y redes sociales, estuvieron pendientes de la salud de Nieve.
Nieve había heredado de su abuelo paterno el color blanco, el cual no es común a su especie. Según Sacasa, el color de piel es el resultado de cruces genéticos que hacen que las crías pierdan el color amarillo característico del tigre de bengala.
Esta especie originaria, de acuerdo con Sacasa, del sudeste asiático, ha disminuido como consecuencia de las sequías provocadas por la crisis climática, así como por la caza para el uso de su piel.
Fuente: CNN