Mérida, Yucatán, 05 de agosto de 2020.- Esta tarde en Mérida, falleció el cantante Antonio Camargo Carrasco, conocido cómo Tony Camargo y quien hiciera un “himno” la canción del “Año Viejo” en los festejos decembrinos.
El cantante, de 94 años de edad grabó la canción de “El Año Viejo” en 1953 y para 1954 ya comenzaba a sonar y hacerse famosa.
La canción lo llevó su voz a la radio de varios países, sobre todo de Latinoamérica.
Como cantante formó parte de la Orquesta de la SSP, del Ayuntamiento y participó en Las Serenatas de Santa Lucía.
Hablar de Camargo es hablar de una trayectoria entrelazada con figuras del espectáculo de la talla de María Victoria, Dámaso Pérez Prado, Rafael de Paz, Pedro Vargas, Ramón Márquez, Juan García Esquivel, Celia Cruz, Machito y sus afrocubanos, Óscar de León, Orlando Guerra Cascarita, Miguelito Valdez, Noro Morales, Billo Frómeta y Mariano Mercerón por mencionar algunos.
Trayectoria
Dos noches por semana y con más de 90 años, el mexicano Tony Camargo, revivía su éxito “El Año Viejo”, en las plazas públicas de Mérida, la ciudad mexicana que hace 40 años eligió como su casa.
En su voz, «El año viejo» del compositor colombiano Crescencio Salcedo derivó en un himno imprescindible para celebrar el cambio de calendario con su conocido estribillo de «me dejó una chiva, una burra negra, una yegua blanca y una buena suegra».
Desde que la grabó en 1953, para su primer disco, esta melodiosa forma de despedir el año dejó huella en su carrera y por 65 años le ha dado más fama que dinero a todo lo largo y ancho de Latinoamérica.
«Yo estaba en Caracas (Venezuela) y traje varias partituras de piano y entre esas venía ‘El año viejo’. Lo grabé en el 53 y hasta la fecha», cuenta Camargo a Efe sobre el momento en el que hizo suya la canción que más lo identifica.
Reconocida figura de la música mexicana del siglo XX, a Camargo se le llegó a comparar con leyendas de la música latina como Beny Moré (1919-1963), Bartolomé Maximiliano Moré, conocido como «el bárbaro del ritmo» y con quien solían hacerse coros mutuamente.
«Beny Moré tiene su lugar, es un gran cantante, hacíamos duetos, le hacía coro, él me hacía coro, nos hacíamos coro», expresa Camargo al recordar con respeto la figura de Moré, autor del tema «Cómo fue».
Los primeros años de la trayectoria de Camargo quedaron marcados por su participación en las históricas caravanas de artistas mexicanos que recorrían los caminos del país para actuar y cantar en cada pueblo las canciones más escuchadas en la radio.
«Tengo muchos éxitos, como ‘La engañadora’, ‘El hombre aparecido’ y sobre todo ‘El año viejo’, que gracias al pueblo sigue (vigente)», relata Camargo, que cada fin de año recibe invitaciones para cantar.
Cumplido su ritual musical, el resto del año Camargo pasa el tiempo como cantante de la Orquesta del Ayuntamiento de Mérida, que ofrece el concierto «Remembranzas» las noches de los martes en la Plaza Santiago y acompaña la «Trova yucateca» los jueves en la Plaza Santa Lucía de esta ciudad capital del estado de Yucatán.
Ambos conciertos, junto con los típicos bailes de la Vaquería, forman parte de la oferta turística de Mérida para los turistas que cada noche se suman al público local.
En estas plazas, Camargo interpreta boleros de Yucatán, estado famoso por su historia musical y por ser origen de la trova mexicana con compositores famosos como los fallecidos Ricardo Palmerín, Augusto «Guty» Cárdenas y Luis Demetrio.
Para él es «una bendición» trabajar con la orquesta de esta ciudad en la que se instaló tras casarse en 1985 con Gilda Guadalupe, fallecida hace un par de años.
«Me casé con una muchacha yucateca. Nos venimos a vivir; pensamos vivir en Veracruz o en Mazatlán, pero nos quedamos aquí porque aquí vivía su familia», recuerda el cantante de «La Engañadora», del autor Enrique Jorrín
Camargo asegura que su vida transcurre de manera grata y con tranquilidad, aunque cuando se incorpora de la silla se lleva la mano a la cintura para buscar aminorar un poco el dolor de la ciática.
«Estoy bien, solo un poco enfermo de la ciática que me ha dado más con los fríos», comenta al aludir al clima de Mérida, que aunque suele ser cálido, este 2018 comenzó con un invierno inusualmente helado.
Reconocido hijo adoptivo de Mérida, Camargo ha recibido homenajes en la capital mexicana, en su natal Guadalajara y en la ciudad estadounidense de Houston.
Aunque han pasado más de dos décadas en los que no pisa un estudio de grabación para un disco nuevo, en casa y con sus amigos hacen grabaciones que luego son subidas a Internet, con temas como Colombia y Ecuador, ambas del compositor yucateco Miguel Lezama.
«Es una pachanguita (fiesta) que hicimos en la casa y grabamos unos números de Miguel Lizama. Está en YouTube», comenta Camargo.
(Información: Agencia EFE)