Mérida, Yucatán, 18 de junio de 2020.- Empresarios restauranteros arrecieron la presión a autoridades estatales para que se les permita abrir sus negocios los sábados y domingos, así como tener hasta el 50 por ciento de ocupación de sus mesas.
Mediante las cuentas de redes sociales de la delegación local de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) y de diferentes establecimientos se han difundido mensajes para exigir la apertura fines de semana.
“De lo contrario, la operación se vuelve insostenible y reduce significativamente los ingresos por propinas de nuestros meseros y cocineros, que hoy más que nunca, lo necesitan para mantener a sus familias” sostiene la Canirac.
Los restauranteros yucatecos afirman que han implementado todos los protocolos sanitarios para hacer de esos espacios lugares seguros.
La respuesta llegó del propio gobernador Mauricio Vila Dosal quien descartó extender los horarios de funcionamiento.
“No por ceder a presiones de ciertos gremios, que son muy válidas y que están justificadas, vamos a poner en riesgo la vida de miles de yucatecos” dijo categórico.
El mandatario yucateco les recordó que el sector restaurantero estaba contemplado para la ola 2 que debe iniciar su reactivación a partir del 22 de junio, si la ocupación hospitalaria, la tasa de crecimiento y de reproducción del virus están controladas. Es decir, se les adelantó la reapertura.
“He escuchado a algunos empresarios decir que de todas maneras la gente se va a morir, eso para algunas personas puede ser aceptable, no para un gobierno, ya que nuestra obligación es hacer lo que está en nuestras manos para minimizar los riesgos de esta pandemia y así lo estamos haciendo de forma muy responsable” expresó.
Reiteró la postura del gobierno estatal de poner en marcha una reactivación económica escalonada y paulatina, por lo que será necesario evaluar antes los primeros 14 días de la ola 1 para conocer su impacto en el número de contagios al incrementarse la movilidad.
Vila Dosal hizo notar que está latente un rebrote del COVID-19 ya que muchas familias tuvieron que abandonar sus hogares luego de las inundaciones que dejaron las lluvias de la tormenta tropical ‘Cristóbal’.
“Sino hacemos bien las cosas, volveremos a cerrar los negocios. En Pekín cerraron la ciudad por 31 casos diarios, aquí ya tenemos un promedio de 60 nuevos contagios todos los días” observó.
El mandatario apeló a la solidaridad de los empresarios ya que “por el tema económico no podemos poner en juego la vida de las personas”.