ESTADOS UNIDOS, A 14 DE MAYO DE 2017.– Corea del Norte volvió a desafiar los llamados para que reduzca su programa armamentista al disparar un misil balístico que cayó en el mar cerca de Rusia el domingo, días después de que un nuevo líder llegara al poder en Corea del Sur prometiendo involucrar a Pyongyang en el diálogo.
Corea del Norte dijo que había realizado una prueba exitosa de un nuevo misil de mediano a largo alcance el domingo, supervisada por el líder Kim Jong Un, que buscó verificar la capacidad de llevar una «cabeza nuclear pesada de gran escala».
Kim advirtió que Estados Unidos no debería juzgar erróneamente la realidad de que su suelo continental está «en un alcance a la vista para un ataque» de Corea del Norte, reportó la agencia de noticias oficial del país, KCNA.
El misil fue lanzado al mayor ángulo posible como para no afectar la seguridad de los países vecinos, y voló 787 kilómetros, alcanzando una altitud de 2 mil 111.5 kilómetros, reportó KCNA.
La prueba buscó verificar las especificaciones tácticas y tecnológicas del cohete balístico nuevo, capaz de llevar una cabeza nuclear pesada de gran tamaño», dijo KCNA.
Se cree que Corea del Norte está desarollando un misil balístico intercontinental capaz de transportar una cabeza nuclear y alcanzar el territorio continental de Estados Unidos.
El Comando del Pacífico de Estados Unidos dijo que estaba evaluando el tipo de misil, pero que «no era consistente con un misil balístico intercontinental».
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas tiene previsto discutir el martes el lanzamiento de Corea del Norte, dijeron el domingo fuentes diplomáticas, a pedido de Estados Unidos y sus aliados Corea del Sur y Japón.