BUENOS AIRES, ARGENTINA, A 3 DE FEBRERO DE 2017.– La expresidenta Cristina Fernández de Kirchner fue citada para declarar nuevamente ahora por los presuntos delitos de cohecho y lavado de dinero, en la empresa Los Sauces.
De acuerdo a una nota publicada en el País.com el llamado también alcanza a sus dos hijos, Máximo (director) y Florencia, a los empresarios Cristóbal López y Lázaro Báez, y a otras personas vinculadas con las operaciones hechas por la empresa bajo investigación. La causa investiga la potencial connivencia de los empresarios con la firma, que se constituyó con un capital de 100.000 pesos (6.300 dólares) y en poco tiempo consolidó un patrimonio de $12 millones (761.000 dólares) y obtuvo ganancias acumuladas por 10 millones (634.000 dólares).
El llamado a indagatoria surge tras la pericia contable que se realizara en 2016 a Los Sauces por pedido de Bonadio y ejecutada por los contadores de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y del Ministerio Público. Allí se descubrió que el 87% de la facturación de la firma creada en 2006 corresponde a dos grupos empresarios: el de Cristóbal López (63%) y el de Lázaro Báez (24%). El primero le pagó facturas por 15.334.484 de pesos (casi un millón de dólares) mientras que el segundo hizo lo propio por 5.662.121 de pesos (360.000 dólares).
La sospecha del juez Bonadio y del fiscal de la causa, Carlos Rívolo, surge con la contabilidad correspondiente al 2008, año en que la firma que tenía como director a Máximo Kirchner comenzó a comprar propiedades en el edificio Madero Center del lujoso barrio de Puerto Madero.
La hipótesis es que a raíz de esos movimientos los imputados cometieron los delitos de lavado de dinero, cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública. En suma, en la etapa de instrucción se habrían encontrado numerosas irregularidades en la documentación presentada por Los Sauces, hecho que habría determinado el llamado a indagatoria. La más llamativa: la adquisición por parte de Los Sauces en 2010 de la casa ubicada en la calle Mascarello al 400, en la ciudad de Río Gallegos, en la provincia de Santa Cruz.
La vivienda en principio fue comprada por la firma Negocios Patagónicos, del socio histórico de los Kirchner: Osvaldo Sanfelice. Pero al poco tiempo, Néstor Kirchner, en nombre de Los Sauces, la compró en 250.000 dólares en una operación que le hizo ganar a Sanfelice un 500%.
Los implicados prestarán declaración a partir del 20 de febrero. Será la primera vez que los hijos de Cristina Fernández se sienten frente a un juez para dar explicaciones. Además de los empresarios, también lo harán Fabián de Souza (socio de Báez) y los tres hijos del empresario; Sanfelice y Romina Mercado- sobrina de la ex presidente e hija de la gobernadora de Santa Cruz Alicia Kirchner- y su cuñado Patricio Pereyra Arandía. Será la tercera indagatoria para la expresidenta, quien desde el retorno de la actividad judicial, tras la feria, sabe que deberá encarar un verdadero maratón por los pasillos de los tribunales federales de Comodoro Py, tanto por esta causa como por las otras que la tienen como procesada: dólar futuro y otra por el otorgamiento de obra pública vial a las empresas de Báez.