VALLADOLID, YUCATÁN, A 12 DE ENERO DE 2017.- La sexagenaria artesana Eustaquia Choc Hau tarda ocho días en elaborar un bolso, que realiza en un local en el mercado artesanal Zací en Valladolid y cuya labor es admirado por los turistas, quienes no pierden la oportunidad de tomarle una fotografía a los bolsos.
En sus manos carga algo que se ha convertido en más que su instrumento de trabajo, su telar de cintura, testigo de las maravillosas artesanías de fibra de henequén que ha creado durante más de 30 años.
Sentada en un banquillo, mientras elabora una bolsa, platica que desde los 12 años de edad aprendió a tejer el sosquil, el cual desde ese entonces convertía en sabucanes que utilizaba para colocar sus cosechas de maíz.
Ella forma parte del grupo artesanal Maya Yim, integrado por 15 mujeres, quienes además del tejido de fibra de henequén se dedican al bordado. Su historia, al igual que la de muchas, invita a redescubrir Yucatán.
En una ocasión, en su comunidad Tixhualactún, un conjunto de artesanas que se encontraba trabajando quedó sorprendido con su habilidad para manejar el textil. Fue en ese momento en el que decidió dedicarse a esta actividad de manera formal.
Durante la entrevista, comenta en maya, su lengua materna, que se tarda ocho días en confeccionar una bolsa diseñada por ella misma; se muestra feliz y satisfecha pues dice que, además de recibir un incentivo económico por su labor, reconocen su esfuerzo y destreza.
Mientras continúa tejiendo, a su alrededor varios turistas se detienen para mirarla y tomarle fotos; ella sonríe e intercambia algunas palabras en maya con su cuñada, quien le ayuda en la fabricación de las artesanías.
En temporada vacacional, se levanta a las cuatro de la mañana para iniciar sus creaciones, luego se dirige al Mercado Artesanal para continuar con sus actividades diarias. Al concluir, cerca de las ocho de la noche, retorna a su comunidad, que se encuentra aproximadamente a 20 minutos del Centro de Valladolid.
A sus 68 años y soltera, doña Eustaquia asegura que esta labor la ha convertido en una mujer emprendedora, así como ganadora de reconocimientos y concursos. Sus productos como bolsas, collares, aretes y tapetes, los han dado a conocer en exposiciones de diversos municipios de Yucatán y hasta en Estados Unidos.
“Cuando esté viejita y no tenga fuerzas, hasta entonces seguiré trabajando”, expresa con una alegría que contagia a quienes se encuentran a su alrededor.
Sus creaciones y las de más de 300 artesanas se exhiben desde hace cinco años en el Mercado Artesanal Zací, administrado por el Patronato de las Unidades de Servicios Culturales y Turísticos (Cultur). El sitio está abierto de lunes a domingo de 9:00 a 21:00 horas. Para mayor información sobre el lugar se puede consultar la página www.culturyucatan.com.