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Bernardo Caamal cumple 9 años de enseñar las cabañuelas mayas

Por: Bernardo Caamal Itzá

 

PETO, YUCATÁN, A 8 DE ENERO DE 2017.– Con el estudio de las cabañuelas mayas, el agrónomo Bernardo Caamal Itzá lleva 9 años dando a conocer este método para sembrar, por lo que cada vez más jóvenes campesinos se interesan en él.

En una actividad en redes sociales dieron a conocer que se han registrado lluvias atípicas, es decir que no deben darse, incluso gente de Estados Unidos participó al señalar que allí hasta tormentas se han dando.

“En todo estos años que hacemos este tipo de registros, en el que participan jóvenes universitarios y milperos, cada vez tenemos más claros los avances y las aportaciones en la revaloración de un conocimiento que está estrechamente vinculado a la producción milpera, lo que significa que su pérdida repercute no solo en la reproducción de los saberes sino en las mismas semillas que se cultivan en las milpas”, señaló Caamal Itzá, agrónomo y mayahablante.

Egresado de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) y con 24 años trabajando en la observación, registro y sistematización de los saberes mayas.

Ahora, a más de 10 años dedicado al registro del Xok k’íin, afirma: “El uso y manejo  del Xok k’íin en las milpas no sólo está vinculado con el manejo de la humedad y los ciclos de cada cultivo, sino en la producción de los alimentos básicos de miles de comunidades que se encuentran en todo el territorio maya; en resumen muestra la importancia de este tipo de conocimientos desde los lugares donde las familias producen porque permiten de primera instancia la planeación de la agricultura local, misma que redunde en la generación de alternativas para quienes lo practican”

Recordó que este proyecto tiene nueve años en el sur de Yucatán.

“Es el desarrollo de una metodología y una propuesta de observación integral denominadas Pronóstico de Largo Plazo para un Año (PLPA), Pronóstico del Mediano Plazo para un Año (PMPA)  y Pronosticadores de Corto Plazo para un Año (PCPA). En sí, esto significa que nuestras observaciones y registros no terminan en  enero, sino que seguimos observando los resultados de los otros bioindicadores restantes, cuyos datos permiten realizar el pronóstico, lo que aclara que este sistema de observación milenaria sigue generando resultados interesantes para los productores de la región”, indicó.

 

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