Con la entrada del mes de diciembre, casas, negocios y avenidas comienzan a pintarse de rojo por las flores de Nochebuena que llenan la ciudad.
Alejandro Toledo, productor de flor de Nochebuena en Xochimilco, contó que fue su tatarabuelo quien les heredó este trabajo. “Nos lo inculcaron nuestros padres. Yo nací aquí en la zona de chinampas y me iniciaron en este negocio”.
Ahora, emplea a tres de sus hijos y otras cuatro personas en la zona chinampera de San Francisco Caltongo.
Acotó que sus antepasados iniciaron la producción “en una pequeña chinampa, y ahora ya tenemos una producción anual de 15 mil pantas”.