Unas 230 ballenas quedaron varadas en una remota playa cerca de la isla de Tasmania, de las cuales se cree que han muerto la mitad de ellas, informaron las autoridades.
Este masivo varamiento se produce exactamente dos años después de que unas 470 ballenas piloto, también conocidas como calderones, se quedaran varadas en este mismo lugar, de las cuales solo un centenar pudieron ser rescatadas y llevadas a altamar.
Estos y otros mamíferos marinos quedan varados con frecuencia en las costas del sur de Australia y de Nueva Zelanda, sin que los expertos hayan logrado esclarecer los motivos.
Científicos han sugerido que podrían ser provocadas por manadas que se desvían después de alimentarse demasiado cerca de la costa.
También suelen atribuir a enfermedades, errores de navegación, cambios repentinos en las mareas, la persecución de depredadores o a condiciones meteorológicas extremas.
Información de Con Acento.