Se trata de un hombre en Japón que, aunque no se ha hecho cirugías para cambiar su aspecto físico permanentemente, sí se ha gastado una alta suma de dinero en diseñar un disfraz a su medida bastante realista de un perro de raza Collie.
Toko, por su nombre de usuario en Twitter, se comunicó con Zeppet, una compañía especializada en proporcionar esculturas o disfraces de alta producción para la industria cinematográfica. La empresa tardó 40 días en lograr diseñar el disfraz que costó lo que vendrían siendo alrededor de 70 millones de pesos.
Se trata de un hombre en Japón que, aunque no se ha hecho cirugías para cambiar su aspecto físico permanentemente, sí se ha gastado una alta suma de dinero en diseñar un disfraz a su medida bastante realista de un perro de raza Collie.
Toko, por su nombre de usuario en Twitter, se comunicó con Zeppet, una compañía especializada en proporcionar esculturas o disfraces de alta producción para la industria cinematográfica. La empresa tardó 40 días en lograr diseñar el disfraz que costó lo que vendrían siendo alrededor de 70 millones de pesos.
El medio japonés ‘My Navi News’ le hizo una entrevista en la cual le preguntaron por qué se había decidido por un perro de esa raza, a lo que él respondió que un Collie se ve más real.
“Mis favoritos son los animales cuadrúpedos, especialmente los que son tiernos. Entre esos, pensé que un animal más cercano a mi podría ser bueno, porque es un disfraz muy realista, así que decidí irme por un perro”, comentó al medio local.
Además, continuó explicando: “Los perros de pelo largo pueden confundir a los humanos. Logré eso y me hice un Collie, mi raza favorita”.
En cuanto a cómo se puede mover cuando está dentro del disfraz, el hombre indicó que tiene algunas restricciones pues si se mueve demasiado, deja de parecer un perro.
Toko compartió un video a su cuenta de YouTube en el que presenta su disfraz y le comenta a sus seguidores que siempre quiso ser un animal: “Hice mi sueño realidad”.
Además, también señaló que empezará a subir videos sobre su experiencia al estar disfrazado de perro.
La comunidad que ha creado en redes sociales, sorpresivamente para muchos, lo apoya en su proceso e incluso lo felicita por ser un “excelente perro” y le da sugerencias con respecto a formas de moverse que lo podrían ayudar a verse más real.
Las personas ‘transespecie’ -que se sienten y comportan como un animal- son más comunes de lo que usted podría creer.
Tom Peters, por ejemplo, es un hombre de 35 años de Inglaterra que se siente identificado con un perro dálmata y, como lo dijo en el programa británico ‘This Morning’, quiere que el Gobierno lo reconozca como “el primer humano que se convirtió en perro”.
Peter invirtió en un traje de dalmata ceñido al cuerpo y una máscara que le permitiera cubrir su cara y parecerse lo más posible a un cachorro de dalmata. Incluso tiene un collar y un arnés.
Cuando Tom se convierte en Spot, el nombre que utiliza cuando se pone el traje, come comida para perros, camina en cuatro patas, incluso, se mueve y hace los sonidos de un canino. Con respecto al porqué, la respuesta es igual a la de Toko: es algo que lo hace feliz.
Más allá de los trajes, también hay quienes han llevado su decisión a cambios más permanentes como la cirugía plástica.
Richard Hernández, por ejemplo, de Texas, Estados Unidos, es una persona que tiene una afición por las serpientes desde que era jóven y que, con el tiempo, se fue convirtiendo en algo en lo que quería transformarse.
En 1997, después de un diagnóstico médico poco favorable, Richard se hizo su primera operación, que consistió en ponerse cuernos para irse transformando en un reptil.
Hasta el día de hoy, 25 años después, Hernández se ha gastado casi 300 millones de pesos en modificaciones a su cuerpo que le ayudan a sentirse más como un reptil que como una persona.
Tatuajes que se ven como escamas, lengua dividida en dos partes, cirugías estéticas para su su nariz y sus orejas, la castración de su órgano reproductor -tomó esta decisión porque es una persona no binaria y no se sentía identificado con su órgano reproductor- entre otras modificaciones.
Como Richard hay muchas otras personas que no solo se sienten más identificadas con animales que con los humanos, sino que se consideran criaturas más allá de la naturaleza como alienígenas o ángeles.
Anthony Loffredo, de 33 años, por ejemplo, considera que más que una persona, es un alienígena. Desde hace alrededor de siete años ha decidido que quiere transformarse hasta lo que él cree que sería verse como una criatura de, literalmente, otro mundo.
Para esto, Loffredo se ha hecho varias cirugías estéticas y modificaciones en el cuerpo que le han costado cientos de millones de pesos. Se eliminó las orejas, se operó la nariz, que ahora casi parece inexistente, se dividió la lengua, se oscureció la parte blanca de los ojos para que toda se viera oscura y también se tatuó todo el cuerpo de color negro.
Loffredo comentó en una entrevista con el medio ‘Midi Libre’ que todas estas transformaciones se han convertido en su proyecto de vida y que, incluso, lo hacen meterse en ese rol: “Muchas veces me siento en algún lugar y hago un papel, especialmente de noche y en las calles oscuras. Exploro el contraste entre el papel que interpreto yo mismo”.
El hombre, además, ha repetido en redes sociales que su proceso de transformación en un alienígena no está ni un 50 % terminado, por lo que muchos se preguntan cómo lucirá cuando lo esté.
Fuente y foto: AFP