Este 30 de noviembre, finaliza la temporada de huracanes en el Atlántico, Mar Caribe y Golfo de México, y la Coordinación Estatal de Protección Civil (Procivy) aseguró que se ha fortalecido la capacidad de respuesta para minimizar los efectos de estos fenómenos.
A iniciativa del Gobernador Mauricio Vila Dosal, dependencias y entidades de los tres órdenes, con el empresariado y organizaciones sociales, actúan en estrecha coordinación para fortalecer la cultura de prevención y reducir los impactos, afirmó el titular de dicha instancia, Enrique Alcocer Basto.
Para ser un estado más seguro ante riesgos por causas naturales, como ciclones, lluvias intensas, nortes o turbonadas, y antropogénicos, sean incendios, fugas de gas o derrames de materiales, es importante que la ciudadanía sea proactiva para protegerse y colaborar con las autoridades, dijo.
Cuando inició el periodo que ya concluye, se tuvo mucha expectación por la influencia de la Niña en la ciclogénesis de la cuenca atlántica, considerando, entre otros factores, que los años más intensos de la historia han sido los que presentan este fenómeno.
Se trató de 2005 y 2020, con récords respectivos de 28 y 30 ciclones tropicales con nombres, de las listas que establece la Organización Meteorológica Mundial, por lo que diferentes organismos nacionales e internacionales pronosticaron la formación de 21 meteoros en 2022.
Finalizó el recuento de junio a noviembre con 14, por lo que se describió este ciclo como promedio; de este total, seis fueron tormentas tropicales; ocho, huracanes, cuatro de estos muy intensos, y también se detectó dos depresiones y un potencial ciclón, según el Sistema de Monitoreo y Alertamiento (SEMA).
Las tormentas se llamaron Alex, del 5 al 6 de junio; Bonnie y Colin, 1 y 2 de julio; Gaston, desde el 20 hasta el 26 de septiembre; Hermine, 23 a 25 del mismo mes, y Karl, entre el 11 y 15 de octubre. Los huracanes, Danielle, Earl, Fiona e Ian, en septiembre; Julia y Lisa, octubre, y Martin y Nicole, noviembre.
Otras características especiales a resaltar son la tendencia a cruzar del Atlántico al Pacífico y una gran pausa entre julio y agosto; este último fue un factor importante para que la temporada concluyera con una cifra menor que la inicialmente esperada, es decir, cerca de la media histórica, además de que es la primera vez en ocho años que la temporada no inicia de forma anticipada.
“Mientras más ocurre el fenómeno de la Niña, es evidente lo mucho que nos falta conocer de su comportamiento y efectos; por ello y para contribuir, en general, en el conocimiento de los diferentes fenómenos naturales y sus efectos en el estado, actualmente, se trabaja en la actualización del Atlas Estatal de Peligros Naturales, a fin de transitarlo a un Atlas Estatal de Riesgos, con énfasis en inundaciones y vientos fuertes”, expuso Alcocer Basto.
Igual, comentó que “el mayor conocimiento de los fenómenos perturbadores a los que estamos expuestos nos brinda una poderosa herramienta para la gestión integral de riesgos de desastres, y orienta las tareas de preparación y el auxilio a la población posiblemente afectada, en especial a la más vulnerable, incluyendo a quienes habitan en zonas de riesgo”.
También, subrayó que son esenciales las acciones de prevención, como los boletines de alerta que se emite ante los modelos de trayectorias cercanas de algún meteoro, en los cuales se identifica la zona de prioridad, es decir, los municipios con posibles efectos directos o indirectos.
Junto con aquellos, se difunde las alertas del Sistema Nacional de Protección Civil y se ejecuta las evacuaciones necesarias, para facilitar el traslado de la gente a sitios seguros, y se habilitan refugios temporales, que brindan servicios de alojamiento, alimentación, salud e higiene personal.
Dichas acciones se realizan en coordinación con instancias que integran el Consejo Estatal del ramo, como la Guardia Nacional o las Secretarías de Defensa (Sedena), Marina (Semar), Seguridad Pública (SSP), General de Gobierno (SGG), Desarrollo Social (Sedesol), Salud (SSY) y Educación (Segey).
Asimismo, universidades, cámaras empresariales, clubes y, de manera muy especial, la Comisión Nacional del Agua (Conagua), que comparte oportunamente las previsiones meteorológicas, para orientar los esfuerzos de salvaguarda, precisó.
Refirió al intenso monitoreo implementado con motivo de los ciclones Ian y Lisa, que se difundió por medios de comunicación, páginas web, redes sociales, boletines y avisos, sobre todo ante el primero, que afectó a Cuba como huracán categoría 4 y motivó un operativo estatal en la costa oriente.
Con la instrucción del Gobernador Mauricio Vila Dosal, se preparó los refugios temporales previamente seleccionados y verificados, se movilizó enseres de primera necesidad y personal del sector permaneció en las demarcaciones cercanas, aunque no hubo mayor afectación que las precipitaciones.
Fue así como se emitió un total de 104 boletines por sistemas tropicales, nueve de alerta Azul y se informó directamente a las alcaldías, a través de las Coordinaciones Municipales de Protección Civil, como parte de los protocolos que establece el Programa Especial de Ciclones Tropicales 2022.
Gracias a la cantidad moderada de fenómenos, fue posible avanzar en la capacitación; más de seis mil personas, entre tres mil 658 hombres y dos mil 646 mujeres, participaron en pláticas comunitarias, a la vez que se capacitó por regiones a personal del ramo en el interior del estado.
Otra acción fue el Primer Congreso Estatal de Preparación ante el Riesgo de Huracanes 2022, que reunió a más de 300 personas, muchas de ellas jóvenes de varios bachilleratos y universidades; se abordó las medidas o acciones estratégicas del Ejecutivo, para respuesta y salvaguarda.
En el mismo sentido, Yucatán tuvo presencia en el Storm Surge and Rainfall Eorkshop, que impartió el Centro Nacional de Huracanes (RSMC, por sus siglas en inglés) de Miami y la Corporación Universitaria para la Investigación Atmosférica (UCAR), el 9 de junio, en Mérida.